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El día del ataque del kyubi, minato namikaze, esposo de kushina uzumaki, pudo sellar al enorme bijuu, pero su esposa kushina al estar al borde de la muerte se sacrificó por ellos y dio su alma al shingami.

¿Ellos? te preguntarás, si "ellos" porque ese día, kushina habia dado a luz a un niño igual que su padre, un mini minato, pero con marcas en sus mejillas y los ojos de un color celeste mas profundo.

Minato no logró salvar a kushina y se prometió cuidar tan bien de su hijo como pudiese, había acordado con kushina que llamarían al niño "naruto" por la primera novela de jiraya (y la única no erótica) que trata sobre un héroe valiente y también por referencia al narutomaki (pasta de pescado) ingrediente que se le pone al ramen, la comida favorita de la pelirroja.

A minato le valía un comino que "maki" fuera un nombre de niña, en honor a su esposa (y al ramen) llamaría a su hijo "naruto maki namikaze uzumaki", pues era el que estaria al cuidado de su hijo, y era su legado, todos lo llamarían naruto asi que no le preocupaba su segundo nombre.

Se vió tentado a ponerle "Mini minato" "minato junior" "minato 2.0" o "mini yo" pero sabía que despues de muerto, si kushina se enterara, no tendria el llamado "descanso" eterno si no algo más como "agonía" eterna.

Solo que....el embarazo y el nacimiento eran cosa facil, lo dificil venía después, paternidad. Aún más siendo un hombre, pero minato era tranqulo de naturaleza, podía mantener la calpa en las situaciones mas desesperantes y muchos lo envidiaban por su cabeza fria, intelecto y su gran velocidad que se acoplaba perfectamente con sus caracteristicas anteriores. Con minato no había problema que durara demasiado, asi que pondría lo máximo de sí para criar bien a su hijo, aún si eso le costaba su trabajo de kage.

Aunque si era sincero el papeleo era insoportable, si lo hacías por ti solo, claro está.

Ahora había pasado un mes desde los acontecimientos del ataque del kyubi, quién fue sellado en su hijo a cambio del alma de kushina, que se sacrificó a cambio de él pues ella estaba en sus ultimos alientos de vida, asi podria criar a su hijo y no se quedaría solo.

Le entristecía la partida de su esposa y el amor de su vida, pero ese vacío se veía compensado por la alegría de ser padre, de cuidar un hijo que que pueda ser tan talentoso como el y kushina, además de tener incrustada la voluntad de fuego.

Finalmente no renunció a ser hokage, se encontraba firmando el papeleo, que no sabía de lo que se quejaban los demas kages, era fácil, solo unos departamentos para repartir el papeleo de distintas ramas, como las misiones, las civiles y las peticiones, y las importantes llegaban a su oficina, las cuales eran tan pocas que solo debia hacer un kage bushin y irse a relajar a su casa.

Aunque admitía que cuando estaba aburrido lo hacía el mismo, pues era corto y facil, era como su propio pasatiempo personal.

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¡Nueva historia! ¿les gustó?

-Autora-chan

El dúo coolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora