El encargo - Pt. 3

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La tierra tembló bajo los pies del Gran Cazador de Demonios. Los humanos más cercanos no pudieron mantenerse en pie, pero estaban bien entrenados y no tardaron demasiado en adquirir posiciones de combate. A pesar de que sabían que no eran tan fuertes como el adeptus, confiaban que luchando en equipo y con inteligencia podrían superarlo.

El primer ataque eran bombas de Hydro y Cryo, si lograban congelarlo conseguirían el tiempo para provocarle daño físico y crear la siguiente munición, esa vez con los elementos Pyro y Electro. Claramente subestimaron la velocidad de Xiao y el plan no salió como esperaban, sin embargo no tenían ninguna intención de rendirse. Su jefa les había enseñado que retirarse de una batalla para poder pelear la siguiente no era algo de lo que avergonzarse, pero renunciar antes de poner el máximo esfuerzo era un sacrilegio. Solo los cobardes le tienen tan poco respeto a un oponente para no luchar con todas sus fuerzas. Y la cobardía, junto con la debilidad, recibían la pena de muerte.

De repente, una risa cantarina que desentonaba completamente con el fragor de la batalla interrumpió la escena. Todas las miradas se dirigieron a ella que aplaudía entusiasmada por el espectáculo.

Se notaba fácilmente que era una mujer fuerte por su cuerpo esculpido. La fiereza en su sonrisa y el brillo de astucia en sus ojos le indicaron a Xiao que era más peligrosa de lo que aparentaba. Al moverse, las finas cadenas de oro de sus prendas tintineaban y las joyas más pesadas parecían campanas. Detalles que mandaban un claro mensaje: no necesitaba esconderse de sus enemigos porque confiaba en su poder para defenderse.

There, there, muchachos. Esa no es manera de tratar a nuestros invitados especiales.  Xiao, ¿verdad? Mi nombre es Tiana Abara, Princesa de los Ladrones. Es un honor tenerte con nosotros, pero esperábamos que vinieras acompañado.

—No tengo tiempo para tus juegos.

—¡Qué estúpido de mi parte! Pensé que Paimon te importaba más de lo que demuestras. Eres libre de irte en cualquier momento, pero Lumine va a estar muy incómoda en la fiesta por su cuenta. Supongo que como Adeptus nunca experimentaste ir a un evento social en el que no conoces a nadie. Puede ser una situación muy estresante.

A pesar de su inexpresividad facial, el cuerpo de Xiao se tensó visiblemente bajo el nombre de la Caballera Honoraria y Tiana levantó una ceja interesada por la reacción. ¿Podría ser que había encontrado un punto débil? El Yaksha clavó en ella una expresión que parecía gritarle que detuviera sus pensamientos. A continuación, giró su arma y la incrustó en la tierra rompiendo la roca como si fuera papel. Los ladrones sabían que eso mismo les pasaría si lo molestaban demasiado.

—Llévame con ellas —exigió.

—No me gustan ni tu tono ni tus modales. Tu poder no te da derecho a tratarnos como seres inferiores y mi paciencia tiene patas cortas. Puedes dejar esa actitud fuera de mi tienda —respondió Tiana como si le hablara a un bebé.

—¿Tu hogar, tus reglas?

—Aprendes más rápido de lo que creía —sonrió.

Xiao extendió su mano con la velocidad de un relámpago apuntando a su garganta. Todo Liyue era su hogar. Sus colinas, su gente y todo aquel que atravesara el territorio estaba bajo su protección a medida que no presentara una amenaza. No solo le había dado su palabra al Arconte que lo había rescatado, sino que entregó todo su tiempo y esfuerzo a cuidar del lugar. Ningún humano iba a imponerle estúpidas reglas amenazándolo con la vida de otras personas. Si eso llegara a suceder, sería el día en el que él estuviera muerto, ya que nunca lo permitiría de otro modo.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2021 ⏰

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Contra la Telaraña del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora