¡Maldición!
Mi primer día de trabajo en el local de fotografía se irá a la basura si no llego puntual. En mi defensa, no estaría llegando tarde si Julia no hubiera insistido tanto en ir a una fiesta anoche.
Que noche.
Recuerdo todo, algo bueno de mis experiencias con el alcohol pasadas.
Durante mi época como universitaria el alcohol es algo que escaseaba, más en las fiestas o reuniones, y es de ahí que, desde la última vez que había vomitado todo, aprendí a tomar moderadamente.
Recuerdo ir con Julia al bar al otro lado de la ciudad, empezar con shots puros de vodka, bailar con un chico muy atractivo. También recuerdo la intensa sesión de besos que nos dimos luego de que el alcohol haga efecto en mi cuerpo, la tensión sexual y cómo terminamos haciéndolo en medio del pasillo que lleva a los baños.
Mi amiga había pedido un taxi pero el lindo chico no quería escaparse de mi lado; tomó el taxi junto a nosotras y la dejamos en su casa, el guapo me acompañó hasta mi departamento y pagó el viaje. Seguimos con lo nuestro y...
Una alarma desconocida empezó a sonar en la habitación, despejándome de mi nube de pensamientos, miré la hora y era demasiado tarde.
Mi hora de entrada al nuevo empleo es a las 9 a.m., y el viaje hasta llegar a allí me toma alrededor de unos 20 minutos, aunque ese no es el problema mayor; una melena rubia se escapa por el lado izquierdo de mi cama.
-¡Bueno guapo! ¡Arriba!- lo empujé para que caiga de la cama.
El pobre chico hizo un ruido seco al caer e hice una mueca de dolor, se levantó enseguida, sonriéndome-: Buenos días.
-Sí, buen día. Escucha, lo lamento pero necesito que te vayas.
La cara de desconcierto suya es palpable y hasta diría que no se lo esperaba, pero poco a poco agarró sus cosas y se puso su ropa, yo ya me encontraba preparada desde antes que despierte, y ambos salimos de mi departamento.
-Realmente me gustó la noche -empezó a decir-. Me preguntaba si...
-Sin compromisos, ni rodeos.
-¿Qué?
-Eso dijiste ayer en el bar- expresé caminando por las calles para llegar al trabajo.
-¿Me estás diciendo que no pasará nada entre nosotros?- dijo él, intentando frenarme.
-Tú mismo dijiste que no querías estar con nadie- intenté girar y dispersarme entre la gente, pero él tomó mi brazo.
-Espera.
-¿Al menos sabes mi nombre?- indagué cuando soltó mi brazo.
Se queda dubitativo y pensando.
En toda la noche no dijimos nuestros nombres, o tal vez sí y no lo recordamos.
-¿Rachel?
-Ni siquiera sabes cómo me llamo -se paraliza-. Además ése era el nombre de tu ex-, digo mientras camino rápido por las calles para llegar al local y desaparecer de la vista del insistente muchacho.
New York, Joe.
"Su atención, por favor. A su lado izquierdo pueden observar la estatua de la Libertad. La cual fue creada por Frédéric Auguste Bartholdi un escultor francés proveniente de la parte de Alsacia y Alexandre Gustave Eiffel un reconocidísimo ingeniero, quien años más tarde crearía la conocida Torre Eiffel en París, Francia."
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Maddie & Joe
Short Story"Romeo y Julieta han muerto por amor" pensó Maddie al terminar, otra vez, la obra de Shakespeare. Maddie vive en la esquina de una calle sin salida dentro de New York, su mundo se reduce a caminar en las calles contaminadas de una de las grandes ciu...