.5.

2.5K 310 152
                                    


Dedicado a -Moonstaar

~~~~~

Luego de tomar el helado fuimos a caminar al parque, ya que había una especie de feria en dónde vendían manualidades, como collares, aros, cuadernos hechos a mano, pinturas y puestos de comida también.
Se veía muy alegre por las personas que había, y aún había bastante sol, así que aunque hacía algo de frío, se sentía acogedor.

- ¿Esto cuenta como una cita? - Pregunto Jisung de la nada, por lo que pare en seco y solo pude observarlo. - N-no es una ci-cita si no quieres yo s-solo quería preguntar. - Habló apresurado y algo nervioso.

Me había dado demasiada ternura, e hizo que riera un poco, lo que causó que mis nervios se esfumaran.

- No dijiste que sería una cita.

- Es cierto. - Dijo sonriendo también. - Quizás en unos días te invite específicamente a una cita. - Dijo para luego seguir caminando. 

- Eres un idiota. - Le dije cuando logré alcanzarlo.

- Lo se, pero aún así estás aquí conmigo. - Dijo para luego pasar su brazo por mis hombros.

Cuando comenzó a hacer mucho más frío por causa de la noche, Jisung se ofreció a llevarme a mi departamento, lo cual acepté porque era mucho más agradable el camino si tienes a alguien para hablar y distraerte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando comenzó a hacer mucho más frío por causa de la noche, Jisung se ofreció a llevarme a mi departamento, lo cual acepté porque era mucho más agradable el camino si tienes a alguien para hablar y distraerte.
Estábamos sentados juntos en el autobús, yo estaba sentada junto a la ventana y el del lado del pasillo.

- No sabía que iba a hacer tanto frío hoy. - Dije frotando mis manos.

- Yo tampoco, pero siempre hay que estar preparado. - Del bolsillo de su gran abrigo sacó una tela de lana blanca. - Mi abuela la hizo hace unos años, no me gusta mucho el blanco en mi, pero a ti te queda bien. - Acercó sus manos a mi y me colocó la bufanda.

Era demasiado suave y olía a el, tenía su perfume impregnado. Y era bastante grande para alguien de mi complexión, por lo que me cubría un poco los hombros también.

- Cuando lleguemos te la regreso. - Le dije abrigandome un poco más con la prenda.

- No te preocupes, es toda tuya.

Al llegar al departamento, lo invité a pasar, le había ofrecido una taza de café para esperar a que el viento fresco que había cesara un poco, ya que eso decía el pronóstico.
Nos sentamos en la alfombra de la sala, apoyando nuestras espaldas en el asiento del sofá, y había llevado unas cobijas para poder calentar nuestros pies.

- No puedo creer que tengamos la misma marca de café en nuestras casas y a ti te salga mejor. - Dijo bebiendo un poco más.

- Supongo que trabajar en una cafetería da sus resultados después de todo.

- Tienes razón, debe haber alguna técnica que aún no sé, debes darme el secreto.

- Debes prepararlo con cariño y despacio, así el café toma mejor sabor.

- Nunca lo había pensado, siempre lo preparo rápido porque siempre llego tarde a todos lados. - Rió un poco.

- Hoy llegaste temprano. - Le comenté.

- Si... Porque quería verte. - Dijo calmado mirando las fotos que estaban en mi pared.

No sabía que responder a eso, simplemente me quedé helada. Pero aunque en ese momento haya sentido como mi cuerpo se congelaba sin dejar que me moviera, podia sentir como un leve calor subía a mis mejillas haciendo que un leve tono rosado me delatara.
Me le quede viendo unos segundos al igual que el a mi, había algo de pena en sus ojos pero aún así había destello de alegría.

Típico de Jisung.

Me dió una sonrisa de lado y luego acomodó mi cabello detrás de mi oreja.

- ¿Ya sabes cuándo te irás? - Dijo alejando su mano de mi para volver a sostener la taza con ambas manos.

- Aún no... Me da miedo pensar en eso.

- ¿Miedo por qué?

- No quiero irme

- Supongo que es difícil... Querer volver con tu familia pero también querer quedarte en otro sitio al mismo tiempo.

- Si... Los chicos y tú son mi familia también, además me encanta este lugar. - Hice una leve pausa. - No quiero irme.

- Yo no quiero que te vayas Hatt. - Volvió a hablar calmado, pero había sonado más como un susurro.

Y de nuevo nos habíamos quedado mirando los ojos del otro, pero era algo muy lindo a decir verdad. Me daba tranquilidad porque sabía que él era la mejor persona para contarle lo que sentía.

La taza de Jisung había sido abandonada en el piso, ya que una de sus manos aguantaba el peso de su cuerpo y la otra mano estaba en mi rostro.
Y antes de que me diera cuenta, sus labios estaban tocando los míos.

De nuevo.

Pero....

Esta vez...

Sentí como fuegos artificiales explotaban a nuestro alrededor.
Cómo estrellas fugaces pasaban rápido...

Y sobre todo

Un par de mariposas en mi interior que me daban paz.

I'm Deaf II // Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora