Los niños comenzaron a entrar al salón, algunos se me quedaron viendo un poco raro, pero supuse que era porque no sabían quién era, otros me saludaban alegres y yo los saludaba también con un movimiento de mano.
Cuando se sentaron, Jisung se paró frente a ellos y comenzó a hacer señas lentas para que los niños pudieran entender bien.
- Hola niños, hoy les presentaré a alguien. - Terminó con las señas y me extendió su mano, la tomé e hizo que me pare junto a el. - Ella es H A T S U. - Hizo cada letra con su mano. - Hoy nos ayudará con el juego que teníamos planeado. - Jisung me miró sonriente. - Saludalos.
- Hola, soy H A T S U. - Moví mis manos con la misma lentitud que Senpai. - Es un gusto conocerlos. - Me reverencia y ellos igual.
- Y bien, comencemos. - Párate al fondo del salón, supervisalos desde ahí y fíjate en quien levanta primero la mano, y me avisas. - Dijo como todo un maestro, lo cual me hizo sonrojar.
Los niños iban a pasar según en dónde estuvieran sentados, primero los de la primer fila, luego los de la segunda y así hasta llegar a la cuarta y cada niño debía escribir el nombre de la película y darle el papel al mayor, así Jisung sabría que película dirían. Era realmente divertido, hasta yo trataba de adivinar que película estaban nombrando mientras que Senpai procuraba que los niños hicieran las señas correctas.
Me encantaba verlo enseñando, era más divertido de lo que creía, era un muy buen maestro. Una vez que terminó el juego, les dimos dulces a los niños que no lograron ganar ninguno, así todos salían ganando de igual forma.
Luego de eso, Jisung tomó uno de los libros de cuentos y eligió uno. Iba a leer la Princesa y el Sapo. Dejó que los niños moviera las mesas hacia atrás y se sentaron en el suelo, yo me senté detrás de ellos y me dispuse a tomar algunas fotos, era realmente adorable. Comenzó a relatar la historia, y si algún niño no entendía alguna palabra, Jisung la anotaba en el pizarrón y dibujaba la seña, luego explicaba que significaba y los niños repetían el movimiento.
Y así siguió hasta que terminó la historia y la alarma de su teléfono sonó, indicando que la clase ya había terminado. Los niños entregaron sus dibujos y salieron del salón despidiendose de ambos.
- No sabía que era tan divertido. - Hablé sentandome en una de las sillas, la cual había acercado a su escritorio.
- Siempre lo es, es mejor que los niños aprendan de una forma en la cual llegué a gustarles, sino no querrán aprender.
- Uyy... Que sabio. - El rió.
- Ayúdame con esto. - Me pasó la mitad de los dibujos. - Pon el sello que quieras. - Me acercó una caja, la cual tenía al menos veinte sellos con dibujos diferentes. - Si quieres puedes escribirles algo también.
- Entiendo. - Dije y me acomode mejor en mi asiento.
Decore las esquinas de cada hoja y las fui apilando con las que Jisung iba marcando también. Parecía una tontería, pero me agradó ver los dibujos de los niños. Había desde animales, hasta súper héroes, aliens, edificios y muchas cosas más.
Cuando terminamos, guardó los dibujos en su mochila y salimos del salón.
- Gracias por ayudarme, no iba a poder hacerlo solo.
- No es nada, me agradó mucho.
- ¿En serio?
- Claro. - Le sonreí. - ¿Crees que pueda ayudarte de nuevo algún día? - Dije tomando su brazo mientras caminábamos.
- Claro que si, pero primero, vamos a comer algo. - Miró mis manos, las cuales estaban aferradas a su brazo y sonrió, las quité enseguida pero en un movimiento rápido tomó una de mis manos y entrelazó nuestros dedos. - ¿Que? - Habló cuando lo mire sorprendida. - Sigue siendo para mí buena suerte.
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Habíamos llegado a un restaurante simple y familiar, era bonito y era muy acogedor. Tomamos asiento en una mesa junto a la pared, ya que las demás estaban ocupadas y esperamos a que nos atendieran, y cuando lo hicieron, ambos nos pedimos un tazón de ramen.
- Oye... - Comenzó a hablar mi compañero de mesa.- Si te pido una oportunidad para intentar algo serio contigo, ¿Me la darías? - Pregunto algo avergonzado y me hizo sentir de la misma forma. - Yo sé que tienes o tenías algo con Minho, pero... - Rascó su nuca. - Si el deja el paso libre, no puedo dejarte ir.
¿Minho?
¿Seguía sintiendo algo por el?
Le tenía una gran cariño, pero no sabía si me seguía gustando.
¿Eso estaba mal?
- Si quieres puedes pensarlo. - Dijo al verme pensativa. - Mi oferta no tiene vencimiento. - Sonrió como siempre, pero en escasos segundos esa sonrisa desapareció.
Su vista estaba clavada en la puerta, así que busque la razón de su seriedad.
Y ahí estaba.
Minho y HyunJin.
Habian entrado entre risas, pero al vernos, Minho también se quedó serio, en cambio HyunJin se acercó a nosotros a saludarnos cálidamente.
- ¿Quieren compartir mesa? - Hablo el chico de labios gruesos.
Yo solo mire a Jisung.
Y el no iba a decir que no, era muy amable para eso. Note también que Minho se había puesto algo tenso, pero aún así ambos se sentaron con nosotros.
