Be Mine, Harley (Yoonmin) [+18]

Capítulo Siete

Hace mucho, mucho tiempo... bueno, tal vez no tanto; Park JiMin y Kim TaeHyung eran grandes amigos. Se conocieron en la primaria gracias a la casualidad de que ambos usaban lentes. No eran precisamente los más marginados del mundo, pero los niños podían ser algo crueles con los "cuatro-ojos" si se lo proponían.

Sus tardes se basaban en ir a jugar a la casa del otro, intercambiar figuras de acción de Pokémon y dormir. Amaban dormir en el césped. Claro que esto nunca presentó un problema hasta la secundaria, cuando, en una de sus siestas, TaeHyung decidió besar a su mejor amigo en los labios. No fue el primer beso para ninguno de los dos, pero de todas formas fue torpe. JiMin no reaccionó a tiempo, se tardó un poco en entender qué rayos estaba pasando. TaeTae está besándome, y yo lo estoy besando a él.

Por cuatro años decidieron empezar a verse en otros lugares. Salían a comer a donde otras parejas iban, veían películas al azar en el cine, se besuqueaban en un enorme parque durante las noches; cosas que los adolescentes normalmente hacían.

TaeHyung lo defendió cuando alguien lo molestaba, y JiMin vendaba sus heridas cada vez que lo hacía.
Los golpes solían quedar solo en sus nudillos, pero se presentó la ocasión en la que fue derrotado por tres chicos mayores a él y su cara y estómago sufrieron las consecuencias. Esa tarde fue a la casa de su novio como era costumbre y se dejó curar la cara, tuvo que sacarse la camisa ante las insistencias del menor por revisarlo. Park JiMin no era un pervertido, claro que no, pero era un chico hormonal frente a su novio sin camisa, quien había estado haciendo un poco de ejercicio, ¿quien podía culparlo?
Lo besó y lo tocó tal y como esas películas le habían enseñado, también lo recostó y se sentó sobre él. No hubo sexo, de hecho nunca en toda su relación lo tuvieron.

Un día el menor de los dos decidió presentarse en la casa de su significativo amigo con un ramo de flores y su mejor vestimenta. JiMin no estaba en casa, tampoco su madre. Decidió llamar a la segunda y la noticia de que su pareja estaba en el hospital lo embistió como una cachetada. No terminó de escuchar la conversación que la madre del chico había iniciado y salió corriendo en dirección al establecimiento. Al llegar tuvo que preguntar a la recepcionista sobre la ubicación de la habitación que buscaba. La 710.

Subió las escaleras como loco. Si, las escaleras, y claro que habían ascensores. Entró sin tocar la puerta y lo encontró sentado sobre una camilla con una pierna vendada desde debajo de la cadera hasta la rodilla. Su madre se hallaba sentada en la silla junto a él. La habitación era totalmente blanca, solo había una camilla más junto a la de JiMin, aunque su despeinado e intrusivo visitante ni siquiera se detuvo a observarlo.

-¿Que haces aquí? -Preguntó el pelinegro desde su lugar. Trató de levantarse pero se detuvo con un quejido al sentir una puntada en la pierna.
-Iba a invitarte a salir por ahí, como no estabas en casa llamé a tu mamá y dijo que habías tenido un accidente -. Se acercó a él de forma más calma al ver que todas sus extremidades seguían pegadas a su cuerpo y dejó las maltratadas flores sobre una mesita -¿Estás bien? ¿Que le pasó a tu pierna?
-Estoy bien, solo intenté tirarme por unas escaleras con la tapa de un basurero y estaba algo oxidado, caí de cara y me clavé una parte de la tapa en la pierna, pero me encuentro mejor.
-Kim TaeHyung.

Los tres voltearon a ver al muchacho que se encontraba en la otra camilla apenas despertando, luego dos pares de ojos volvieron a ver al nombrado. TaeHyung sonrío algo confundido y se acercó al delgado chico pelinegro de ojos y labios gatunos.

-¡Mon YoonGi! Me lleva... ¡cuánto tiempo! ¿Cómo estás? ¿Que haces aquí?
-Oh, ya sabes, estoy limpiando las ventanas con la lengua. ¿Que carajos crees que hago aquí? -Levantó su brazo izquierdo, estaba enyesado desde la mano hasta el codo.
-Siempre metiéndote en problemas -Frunció su ceño mientras negaba-, por cierto, olvidé presentarlos. YoonGi, ellos son Park JiMin y su madre Park MiJeong.
-Soy Min YoonGi -. Se presentó mientras su viejo amigo se apartaba para dejar que los viera. Tragó saliva. El chico de mejillas rosadas y manos de un tamaño demasiado pequeño para un ser humano le sonreía amablemente desde la camilla a su izquierda. Observó sus piernas, una estaba vendada, pero podía ver la otra perfectamente. Encantador-Es un placer.

TaeHyung se sintió algo amenazado, ¿por qué el tono su voz de había vuelto más grave al hablarle a su novio? ¿Era una casualidad?

-El gusto es mío -. JiMin hizo una pequeña reverencia desde su lugar y alternó su mirada entre los dos -Entonces, ¿cómo se conocieron?

-Intenté robarle la cartera a su papá -YoonGi comenzó y MiJeong apretó los labios-, para mi mala suerte en ese momento descubrí que era un criminalista con entrenamiento y digamos que obtuve mí merecido. En el proceso este cabeza hueca estaba junto a él, un día nos reencontramos en una tienda y decidimos que no habían rencores.

-Me alegra que después de todo pudieran llevarse bien.

Que positivo es, pensó YoonGi. No sabía si era irritante o adorable. ¿Había alguna diferencia?

Cuando el horario de visitas terminó TaeHyung se vio obligado a abandonar la habitación, no sin antes preguntarle a YoonGi por qué seguía ahí. Al parecer también tenía un par de costillas rotas.

JiMin pasó la noche bebiendo café con un horrible sabor de la cafetería y hablando con su compañero de habitación. Aprendió muchas cosas sobre él, entre ellas que era un chico bastante problemático, trabajaba en un McDonald's para mantener a su hermano y a su padre, de vez en cuando robaba de algunos bolsillos, le gustaba rapear en un club -al cuál prometió llevarlo en cuanto le dieran el alta- y que era un solitario. Pasaron el resto del tiempo hablando de TaeHyung, sobre que quería ser un criminalista como su padre, sus notas, su relación amorosa con él. Esta última no fue muy agradable para el pálido chico.

Se llevaron bien, en parte por lo manipulativo que el mayor podría ser. Claro que esa noche JiMin no notó que estaba siendo manipulado por quién sería uno de los mayores criminales en el futuro.

YoonGi Hyung es un chico agradable, pensó JiMin.
YoonGi Hyung es muy trabajador, pensó JiMin.
YoonGi Hyung es amable conmigo, pensó JiMin.

Y pensó tanto, que un mes después le dió fin a su adorable relación con Kim TaeHyung.