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El amanecer se colo entre los pequeños huecos que dejaban entrever las rocas, se giro al lado derecho de la cama , escondiendo su rostro entre las mantas.
¿Cuando había sido la última vez que se había dado el permiso de romperse?, se pregunto mientras envolvía sus propios brazos al rededor de su cuerpo aún desnudo, intentando remplazar el calor de la persona que hace algunas horas envolvía su cuerpo , suspiro resignado , sin si quiera mirar sabía que estaba plagado de marcas violeta por doquier.
Se enrollo aún más en las mantas viejas , sintiendose miserable en cuanto noto como contenía el nudo que se había instalado en su garganta
, ¿ porque tenía que ser el que cargará con todo aquello?, porque no simplemente renunciar , dejar que todo siguiera su curso, las lágrimas se hicieron presentes en cuanto recordó la imagen de su hermana siendo atravesada por el filo de una espada que se dirigía a él , mirándolo aún con aquellos ojos llenos de amor que nunca entendió porque adornaban su rostro aún viendo como se había transformado en aquello que todos temian , la misma mirada que le había dedicado desde el primer día que puso un pie en muelle de loto y entro a su vida de manera imprevista.

Era horrible ser su propio verdugo, suspiro cansado, tenia el pleno conocimiento de todas las vidas que salvaría , a pesar de que eran menos de todas las que había arrebatado. Incluso si era el ser más despiadado de la tierra aún había un corazón latente , a pesar de que lo negara y lo ocultara bajo capas de soberbia seguía siendo un chiquillo asustado , mordió sus labios evitando dejar salir cualquier sonido que lo delatara.

Tenía la seguridad de que todo saldría bien , nada estaba fuera de los planes, excepto la inesperada visita que le hizo perder la poca consideración que aún se tenía. se enrrollo más en las mantas era doloroso recordar el rostro de Lan Wangji cuando lo vio marcharse por la mañana , no podía negarlo.
solamente estaría engañandose diciendo mentalmente que no se arrepentía.
Sin embargo era fácil convencer a su mente , más no a su corazón.

El golpe resonó fuertemente en las paredes de la cueva, jiang Cheng tenía los puños apretados y respiraba de manera agitada , mirando receloso a la mujer que le impedía el paso , aún con su puño clavado firmemente en la roca a su lado el jamás golpearía a una mujer , pero ella estaba a punto de agotar su paciencia. Wen qing tampoco flaqueo sin embargo La mirada de desden que le dio , fue solo una advertencia para quitarla del camino y avanzar en grandes zancadas aún con ella pegada a sus pasos , ciertamente no la detestaba , le debía demasiado, más aquello no lo ataba a absolutamente nada.

- ¡no puede entrar ahí!- grito con la esperanza de que sus palabras surtieran efecto alguno , y al menos hicieran detenerse al hombre que le daba la espalda y actuando también para alertar a Wei wuxian de la intromisión

- Wei wuxian!- bramo , ignorando la orden de Wen qing , no era con ella el asunto que necesitaba tratar.
Más la joven poso sus manos en uno de sus brazos deteniendo su avance , sintiendose extraña ante el contacto , como si con el simple roce su piel ardiera.

- líder jiang, no quiero ser descortés, pero no puede entrar a ese lugar- hablo con tono frío ,pero certero. haciendo que jiang Cheng se tensara e intentará apartarse

- dejalo- pidió Wei wuxian entre dientes aún desde la cama. Sabía que Wen qing se molestaría , pero ahora no le interesaba en lo más mínimo , así que simplemente se incorporo sentándose en el filo de la maltrecha estructura , ignorando la incomodidad en sus caderas , mientras esperaba la réplica de Wen qing.
- pero...-
- Wen qing ... Por favor- le dijo con los labios tensos y la voz quebrada , evitando pensar en que hacia Jiang Cheng ahí.
Escucho un suspiro resignado seguido de una serie de pasos que le indicaban que Wen qing se había marchado , maldijo entre dientes , mientras frotaba su rostro con ambas manos.
Agradecía su preocupación , claro que lo hacía , más en ese momento quería estar solo.
Cosa que tendría que esperar al sentir el poder espiritual de jiang Cheng cada vez más cerca, realmente no entendía que hacia ahí , y claro está que no era un buen momento , al parecer para ninguno de los dos.
- ¿ A qué debo el honor de tu visita? - su voz burlona se escuchó en la entrada de la cueva, causando que jiang Cheng caminara con el ceño fruncido. ¿porque tenía que ser un imbecil ?
Estaba a punto de darle una respuesta ingeniosa y cruel mas no llego a hacerlo.
Deteniéndose a pocos pasos de la figura que le daba la espalda se quedo en silencio cuando las marcas violeta en el cuerpo de Wei wuxian saltaron a la vista junto al ligero temblor en sus hombros.

  El Sueño Ebrio De Un Alma Solitaria. ( Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora