Advertencia: contenido sexual explicito, en caso de que no disfrutes leer este tipo de contenido, ve hacia adelante hasta que veas este simbolo "⭕" y puedas continuar con la historia.
La rubia entró a la ya conocida habitación de Regina, no había cambiado nada desde aquella vez en la que había estado allí. Todo seguía estando en un orden perfecto.
Escucho a Regina cerrar la puerta lentamente y se giró para poder mirar a la morena.La morena le sonrió ligeramente y soltó un suspiro, aquella Regina atrevida de allá abajo parecía esfumarse y en ese momento empezaba a entrar en una especie de pánico, hacia tiempo que no hacía eso, y no quería recordar los detalles. Mentiría si dijera que no tenía miedo, solo que esta vez estaba dispuesta a no huir como siempre lo hacía.
Realmente quería eso, quería estar con la rubia que tenía frente a ella.-¿Estás bien?- escuchó que decía la rubia.
La morena levantó la mirada, ¿Acaso había pasado mucho tiempo hablando consigo misma? Parecía que si, ya que ahora la rubia le miraba confundida.-Lo estoy es solo que...- Regina camino hacia la cama y se sentó en esta. -Sé que sonará estúpido pero hace tiempo que no hago esto. Tengo un poco de pánico. Pero quiero hacerlo, si no no estaríamos aquí y te aseguro que ya te hubiera echado de mi casa porq...
Emma sonrió y se acercó a la morena para tomar su mano y hacer que se levantara de la cama, interrumpiendo sus palabras.
-Haremos solo lo que tú quieras Gina. Y cuando quieras que me detenga lo haré.- dijo la rubia antes de acercarse lentamente al cuello de la morena para empezar a repartir besos en este. Mientras que sus manos le tomaban de la cintura para atraerle aún más a ella.
Regina asintió al escuchar aquello y una sensación placentera inundó su cuerpo al sentir aquellos besos, que ni siquiera pareció molestarle el hecho de que Emma había vuelto a llamarle "Gina". Incluso pudo asegurar que aquello le había gustado.
No pudo evitar jadear al sentir como Emma había reemplazado los besos por pequeñas mordidas.
La rubia empujó ligeramente a la morena, haciendo que está retrocediera poco a poco hasta chocar con la pared blanca de la habitación. Colocó una pierna entre las de la morena para poder abrirlas unos centímetros, logrando que Regina le mirara con ambas cejas levantadas.—Veo que le gusta tenerme contra la pared señorita Swan.— Murmuró Regina con una sonrisa en sus labios.
—Posiblemente, así puedo evitar que escapes.— susurró en su oído con una voz más ronca, cosa que hizo estremecer a la morena.
—Te aseguro... Que no tengo la intención de escapar esta vez.
—Eso espero señorita Mills.— volvió a susurrar Emma mientras una de sus manos viajaba desde la cintura de la morena hasta los botones de su blusa de seda, empezando a quitar uno por uno, tomándose su tiempo para hacerlo.
Cosa que estaba impacientando a la contraria.
—Emma en serio agradecería si no fueras tan lenta.— Dijo la morena llamándole por su nombre por segunda vez en la noche.—Me gusta tomarme mi tiempo, ahora calla.
—¿Cómo que me calle? Swan no...
—Shh.— Murmuró Emma interrumpiendo a la morena, tomó el borde de la blusa roja y jalo hasta dejar al descubierto el sujetador de encaje negro que la morena llevaba esa noche y repitió el mismo proceso con el otro lado de la blusa.
La mangas de la blusa resbalaron por los brazos de la morena.
La rubia tomo del borde la copa del sujetador para poder apartarlo, y dejar el descubierto uno de los senos de la morena y repitió la misma acción con el otro.
ESTÁS LEYENDO
Solo una mirada (SwanQueen AU)
Fanfiction*En edición* Henry tiene una nueva maestra, la profesora Regina Mills, y es una mujer perfecta en todos lo sentidos a los ojos del niño, sobre todo es perfecta para su madre. Emma Swan es la madre de Henry, es madre soltera, por lo que ha tenido que...