Maquina del tiempo

4 0 0
                                    

No se bien si nostalgia es la palabra que encierra por completo lo que siento hoy, va un poquito más allá. Mi cuerpo está acá, sentada en el escritorio con los apuntes en frente y el resaltador en la mano, imitando la acción de estudiar, pero mi mente no se encuentra en el presente.
Hoy estoy acá, pero mi mente suele emprender estos viajes hacia el pasado en busca de recuerdos que valen el viaje ser salvados, esos de hace mas o menos diez años atrás, esas añorantes de la niñez donde todo podía definirse simplemente como perfecto. Donde la imaginación era libertad y todo objeto digno de transformarse en una varita mágica. Si cierro los ojos y respiro profundo puedo captar el aroma de aquellos días, me encuentro en ese lapso entre invierno y primavera, el olor a los jazmines de mi madre comenzó a bañar el aire, aunque tímidamente, como era de costumbre a media estación, el sol era cálido, no caluroso, y las tardes se conservaban frías, si cierro los ojos, vuelvo a sonreír. Aveces pienso que mi mente lo hace a propósito, me lleva, al igual que una máquina del tiempo, a aquellos lugares en mi mente que me prometen que la imaginación y la esperanza no deben perderse, que sólo con estos ingredientes, el mundo es un lugar extraordinario.
Me pregunto si todos tendrán su máquina del tiempo, que les devuelva la sonrisa y la ilusión de que todo el posible.

Quien me sostieneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora