Cuando empezamos a salir me até una pulserita brasilera de los deseos en mi tobillo, con cada nudo tenías que pedir un deseo, se suponía que si no se te rompía, se cumplían, te pedí tres veces a vos para siempre. Me corté la pulsera cuando te fuiste, al final, me quedé sin vos, sin mi pulsera y sin fe de que los deseos se cumplen.
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Quien me sostiene
PoetryMe pierdo, en un punto de mi vida, en un momento del día. Me pierdo, como si todo empezara de cero, como si se me receteara la mente y no se quien soy, que soy, ni para donde voy. Me desconozco; pierdo el sentido. No se porque, ni para que vivo. Cr...