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Yuqi frotó sus ojos cansada, apartando las sábanas para levantarse de la cómoda cama, no había logrado dormir, pero de todas formas se sentía cansada. Sus pies tocaron el frío suelo y se quejó, buscando sus pantuflas a tientas en la oscuridad de la habitación, cuando las encontró acudió al llanto de su pequeño.
MinHo estaba muy pequeño para entender que sucedía con sus papás y se encontraba muy confundido con la situación, esa noche el olor de las feromonas molestas de la pareja aún no se habían esfumado, lo cual mantenía al bebé inquieto e incómodo porque la sensación extraña le daba algo de miedo, y se soltaba a llorar.
La omega caminó hasta la habitación de su cachorrito, ignorando la presencia de su esposo que se encontraba moviendose inquieto en el sofá, sin poder conciliar el sueño, pasó del lugar yendo directo hacía donde se encontraba la cuna del bebé, este se encontraba llorando y moviendo sus manitas, en busca de atención.
–Shh, ya estoy aquí– lo tomó en sus brazos, meciendolo de inmediato, procurando que dejara de llorar.
"Mami soñie feo"
El pequeño sollozaba a la vez que intentaba balbucear cosas inentendibles para su madre, la omega simplemente secó sus lagrimitas y dio un beso en su coronilla, acomodando lo mejor en su pecho, el pequeño se acurrucó allí donde el aroma de su mami abundaba, haciendo imperceptible el otro que estaba molestándolo, guió su manita hacía su boca, intentando contener las feas sensaciones que había experimentado.
Yuqi salió nuevamente, había comprobado que MinHo no quería dormir solito por alguna razón, así que se lo llevó junto a ella. Yukhei esta vez estaba sentando, observando a su esposa e hijo, no dudó en ir tras ellos, pensando en que las cosas no podían seguir asi con Yuqi , no le gustaba.
La menor entró a la habitación, pero cuando estuvo a punto de cerrar la puerta sintió como algo la obstruia, allí estaba el alfa, simplemente ignoró su presencia de nueva cuenta y caminó hasta su cama, para acostarse junto a su bebé.
El alfa también se recostó en la cama, a un lado de su esposa, pero esta de inmediato se dio la vuelta, dejando al pequeño MinHo en el espacio que sobraba de la cama, Yukhei bufó.
–No deberías dejar a MinHo en la orilla de la cama– expres el mayor, pero Yuqi hizo todo su esfuerzo en hacer parecer que no lo escuchaba –Yuqi, no seas tan terca, deja al bebé en medio de la cama, él solo está asustado debido a las feromonas de hace rato, un ambiente familiar será lo mejor para él.
"Ay que aburrimiento, ¿y si jugamos a que me das leche de tu pechito?"
Con ayuda de sus pequeñas manos, MinHo intentaba quitar la tela que obstruia su paso al camino de la felicidad, pero le era casi imposible pues admitía que aun no era un profesional con eso de desabrochar los botones.
El era ajeno de lo que sucedia a su alrededor. Su mami suspiró en ese instante, y tomandolo con cuidado lo levantó para cambiarlo de lugar.
"Chale, ya lo estaba logrando, la traición, la decepción hermano"
La omega realizó la acción y de inmediato estaba dispuesta a voltearse, de no ser por una mano sosteniendo su hombro, cuidando de no lastimar al bebé en medio de los dos.
–No quiero estar peleado contigo– dijo el alfa, mostrando que estaba arrepentido de su actitud anterior, dejando de lado el orgullo –lamento si te hice sentir mal, estaba estresada por lo del trabajo, no debí desquitarme contigo.
Yuqi suspiró, bajando la mirada hacia el pequeñín, que emitía soniditos desesperados mientras tiraba de la tela de la camisa de su pijama.
"Papá Yukhei, ¿recuerdas cuándo te dije que te amaba? No fuí yo, fue el autocorrector"
Y bueno, MinHo seguía resentido por ser cambiado de lugar cuándo según él estaba cerca del objetivo.
–Sentí como si todo aquello que decías lo pensabas de verdad... fue tan, no sé, era como si hablara una persona diferente del Yukhei que conozco.
Yukhei asintió apenado, pasando sus grandes manos por las abultadas mejillas de su esposa, Yuqi no merecía el trato que le había dado.
–Fue idiota lo sé ¿podrías perdonar a este alfa tonto?– preguntó, esperanzado de resolver los problemas– Eres muy valiosa Yuqi, no dejes que nadie te haga pensar lo contrario, así sea yo mismo.
"¡Alguien abra esto!"
MinHo daba con sus puñitos en el pecho de su madre, pero estos no tenían fuerza alguna, así que pasaban desapercibidos para la omega inmersa en la mirada de su alfa.
–Pero me vuelves a decir cosas así y no me ves más Wong Yukhei– advirtió la menor, sediendo ante las disculpas de su alfa, a fin de cuentas ambos se amaban con la misma pasión, entendía la presión del alfa, pero eso no significaba que iba a aceptar un trato de esos, pero por esta vez todo podía quedar en el pasado.
–Está bien Woggie.
-Y…
Fueron interrumpidos por un balbuceo, lleno de exigencia, casi un grito enojado de su retoño.
"¡TENGO HAMBRE POR TODO LO SAGRADO MAMI YUQI, QUÍTA ESA TELA DEL MEDIO Y ALIMENTAME DE UNA BUENA VEZ!"
–Creo que alguien quiere atención– señaló Yukhei sonriendo.
–Si, lleva rato tirando de mi camisa, debe tener hambre.
"¿entonces estabas ignorandome? Lo pensé de todos menos de ti mami"
–¿preparo el biberon?
"¡Hey! ¿cuál es tu obsesión con el biberon? Primero me das chupones y ahora esto, ¿Seguro de que eres mi padre?"
–No, no te levantes– Yuqi detuvo al mayor, a la par que hacía a un lado la camisa del pijama que utilizaba esa noche, MinHo por fin sería feliz.
–Bueno– el mayor se acomodó a sí mismo, y también a MinHo, para que pudiera estar más cerca del pecho de Yuqi, y así poder alimentarse– ¿entonces todo bien?
–Ajá– comentó la omega, que sostenía el cuerpecito de MinHo para mantenerlo en aquella posición.
"Todo perfecto, bro"
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