Arms tonite

₍ ₀₄ ₎ 私の手をとって

La primera vez que nos tomamos de la mano fue tan especial que no puedo olvidarlo.

Como usualmente hacíamos, caminábamos por el extenso jardín de la escuela junto a Suzui. Los tres somos muy unidos, de hecho, desde que nuestra relación se hizo oficial aquel lazo se fortaleció.

"He escuchado que los Obami perdieron una gran cantidad de dinero recientemente, aunque de alguna forma lograron hacer que la pérdida recayera en otros alumnos." Narró Suzui intrigado y asustado, me encantaría apostar con ambos aliados para descubrir la manera en que logran conseguir esos resultados.

Esta escuela nunca se detiene, a pesar de lo ansiosa que estoy por saber los planes que tiene Mary en futuro para la apuesta para tomar la presidencia juntas, he esperado pacientemente.

"No me interesaría jugar con unos estafadores." La rubia bufo con los brazos cruzados mientras seguía caminando, ella tiene un gran sentido de justicia a pesar de intentar ocultarlo con su fachada de no importarle le tema. Me gusta eso de ella.

"¿No te gustaría apostar con ellos para detenerlos? El dinero no es lo único que se puede pedir." Estaba emocionada antecipadamente por una respuesta positiva, ha pasado un tiempo desde que Mary y yo no apostamos juntas.

"No me interesa." Me miro desde el lado contrario, Suzui siempre ha sido el que camina en medio de las dos. "Tampoco es que sea mi problema." Termino de hablar, el castaño intentaba convencerla con lo buena idea que sería y así detener los juegos sucios de ellos.

"¿Puedes darnos un momento, Suzui?" Él se detuvo y asintió, avisando que iría por algo de beber. Me acerque a Mary, caminamos un par de minutos en silencio hasta que abruptamente bufo molesta.

"Lo haré." Me hice la desentendida inclinando un poco mi cabeza a un lado, soltó un gruñido cerrando los ojos y apretando los puños. "Apostaré con ellos, pero tendrás que estar ahí." Sonreí alegre de escucharla decir eso, últimamente no he tenido tanta diversión con las puestas como antes.

"Somos un equipo, ¿Recuerdas?" Tomé sus dos manos en las mías, acariciandolas suave y lentamente. Si bien solo es tener contacto con las manos se sentía tan íntimo, cálido y reconfortante. Nuestros ojos se encontraron, la electricidad paso desde la punta de mis dedos hasta la punta de mis pies.

Alguien al fondo se aclaro la garganta llamando su atención, causando que nuestra conexión de miradas se perdiera en inmediato.

"¿Interrumpo algo?" Mary soltó mis manos casi por inercia, dejándome decepcionada por el repentino regreso del chico.

"No, nada importante. Sigamos." Se miraba confundido, sin decir nada retomamos el camino a la salida. Ya habían terminado las clases por lo que podíamos regresar a casa, la rubia no había perdido su poca distancia conmigo.

Aprovechando eso, retome su mano sosteniendola con la mía. El rostro le cubrió un rojo vivo, sorprendentemente no la alejo. Así caminamos juntas hasta la salida, ninguna de las anteriores veces se había sentido igual a esta.

Pero las siguientes a ella se sintieron como si fuera la primera vez nuevamente.