Bajo el agua | NorEmma

Prólogo

El agua es demasiado emocional, tiene el maravilloso don de percibir hasta lo que no se ve. Miles de desgracias pueden ocurrir cuando te encuentras abrazada por las grandes olas que el océano envía, como también ocurrió el encuentro de dos personas, la vida les dará duros golpes, el destino tratará de separarlos, pero si siguen luchando tal vez puedan hallar el escape de la monótona vida que se supondría está trazada para seguirla tal y como es.

Su cálida mano le acariciaba la piel tan tersa que se dejaba ver un tanto rosada por las cuantas lágrimas que hace un tiempo rodaron el surco de sus mejillas, él sentía igual, por eso intentaba consolarla afectuosamente. Se hallaba confundido, pues era lo que desde siempre esperaron, pero al mismo tiempo quería quedarse viviendo de esa manera, con el sol alzándose tan vivaracho y semejante a los alborotados cabellos de su amada. Bajo el agua salada que fue gran testigo de la madurez de su amor... Sobre la arena color caramelo, a la cuál apreciaba con una mezcla de bochorno pues el recordar lo que habían llevado a cabo allí hacía que lo torrencial se le subiera como fiebre de sonrojo.

Es entonces cuando ella tiene que expresar lo que siente, pues el tragárselo para no hablarlo, aunque fuera por un corto período de tiempo, le forja un nudo apretado con fuerza en la garganta, del cual solo puede verse libre cuando sea franca con el hombre que ama más que a nada.

—¿Crees que es una buena opción? Lo es, no lo niego. Pero aún si vivimos entre personas como nosotros. Este es nuestro hogar, el que nos vio crecer... Si nos vamos, ya no podré sonreír —refutaba con sus ojos cristalizados.

Él reflexiona. Mucho más intenso que en otros tiempos e incluso circunstancias, y con su mirada tan decidida y el corazón en la boca sólo puede expresar...

—Tienes razón... lo último que querría es no volver a ver nuestro hogar, además, quiero que él también lo vea...

—Emmalu