Capítulo 3: "Su luz se apagó"

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Las cosas estaban yendo de maravilla con Isabella y los dos niños, se pensó alguna vez que todo esto sería imposible, la tacharon de no poder mantenerse a ella misma y que peor lo haría con dos infantes a su cuidado, pero esas personas que dudaron...

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Las cosas estaban yendo de maravilla con Isabella y los dos niños, se pensó alguna vez que todo esto sería imposible, la tacharon de no poder mantenerse a ella misma y que peor lo haría con dos infantes a su cuidado, pero esas personas que dudaron de su sentido de la responsabilidad ahora mismo debieron estar atragantándose con sus propias palabras, y es que la fémina logró eso y más.

Isabella solía bañar a los niños en un particular lago, el cual estaba plenamente bendecido con una agua cristalina y deslumbrante. Por el paso de los años habían hallado que restregando una hoja de una planta que daba como resultado una especie de jabón, podían asearse normalmente, con cuidado de no abusar de lo poco que se encontraba de esa vegetación, lo ahorraba al máximo.

—Mamá, ¿por qué te pones ropa cuando te bañas? —preguntó curiosa la pequeña Emma.

—Porque es lo correcto —respondió Isabella atenta a las interrogantes que le presentaba su pequeñita.

—¿Y por qué Norman y yo no usamos ropa cuando nos bañamos?

—¡Me rendí con los dos hace mucho tiempo, les ponía ropa y ustedes se la quitaban! —la fémina río mientras lavaba el cabello naranja de su hija.

—¡Quisiera parecerme a Norman ahí abajo!

—¿Por qué Emma?

—Por que donde apunta siempre le pega —expresó tristona.

—S-Si —dijo Norman uniéndose a la extraña charla, pero por alguna circunstancia inentendible para su tierna mente, sus mejillas comenzaron a arder decolorándosele de un carmesí intenso, aun estando mojado por las aguas cristalinas del lago.

—Bueno, la naturaleza nos hizo diferentes... Una mujer tiene... —trataba de forma dudosa llegar a explicar la mujer de azabaches cabellos, pero se vio sorpresivamente interrumpida por el pequeño.

—Un carapacho de porcelana, ¡lo de Emma parece un carpacho de porcelana!

—Así lo llama, un carapacho de porcelana, y Norman tiene un...

—No, no, no —acalló Isabella a la pequeñita de Emma.—Olvídenlo, creo que se han sobrepasado. Debí explicarles sobre los hechos de la vida hace muchos años.

La dama mantenía sus ojos morados interesados en las interrogantes que le hacían los niños.

—¡Explícanos los hechos de la vida ahora mamá!

—No, ahora no, tengo que pensarlo bien primero. Se los explicaré... después de su clase de lectura esta noche.

—Esta noche... —repitió armoniosamente Norman, con una pizca de mirada pensativa.

Isabella asintió con su cabeza y les ordenó que se enjuagaran. Ella se les unió, para así hundirse delicadamente bajo el agua tan refrescante que les rodeaba, y se hacía sentir aún mejor por la pequeña, pero cálida brisa del viento llevadero.

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⏰ Última actualización: Dec 16, 2022 ⏰

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Bajo el agua | NorEmmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora