Get Low- Emiliaco

N u e v e

»Era su primer día de universidad, estaba emocionado, esperaba que la experiencia fuera mejor que lo que se había imaginado.

Siguió la dirección que la recepcionista había dicho y buscó el número de su salón, cuando lo encontró caminó hasta él, parecía que era muy temprano, puesto que no habían alumnos. Miró adentro del salón, encontrándose con un chico, el cual estaba hasta los asientos de atrás.

-Hola.- Saludó animado, mirando cómo el chico alzaba su rostro por unos segundos.- Soy Emilio Marcos, espero que podamos ser buenos amigos.- El chico sólo rodó los ojos y volvió a su mirada al libro entre sus manos. Emilio frunció el ceño.- Hey te hablé, es de mala educación no contestar.

-También es de mala educación interrumpir a un lector.- Joaquín rodó los ojos ahora.

-¿Cómo te llamas?

-Llámame cómo quieras.- El castaño lamió sus labios.

-Te llamaré, mi puta.

Y aquel día, Emilio imaginó que Joaquín lo golpearía o algo por el estilo, fue todo lo contrario. Al siguiente día durante horario de clases estaban encerrados en un cubículo del baño, Joaquín siendo sujetado por Emilio, mientras éste lo follaba contra la puerta del baño.

Lo que empezó por coincidencia, ahora seguía, pero por amor, a pesar de que no lo dijeran mucho, se amaban.

...

-E -Emilio.- Su voz tembló, jadeó cuando una mano del castaño chocó contra su nalga.- Papi, fóllame más duro papi.- Su espalda de arqueó, sintiendo los movimientos de Emilio ser acelerados.

-Así es princesa, pide más para que papi te lo dé.- Tomó una pierna del moreno y la sujetó, se balanceó con más intensidad, orgulloso de sí mismo por provocar aquellos gestos en Joaquín.

-No, no.- Se quejó Joaquín, estaba tan cerca, pero Emilio se había detenido.

-Papi quiere que lo montes.- Salió de las paredes apretadas del moreno, se acomodó recostado en la cama, señaló sus muslos, Joaquín con un poco de dificultad se montó en él, con ayuda de sus manos alineó el pene de Emilio nuevamente en su agujero, se deslizó con facilidad hacia abajo.

-Uhg, papi.- Colocó sus manos en el torso del castaño y comenzó a moverse, Emilio llevó las suyas a las caderas de Joaquín y ayudó para que los movimientos fueran más fuertes. El sonido de pieles colisionando era su favorito, más si se trataba de ambos.

-¿Acaso no extrañaste esto?- Alzó sus caderas, Joaquín jadeó.

-T-Todos los días papi, mis dedos no eran suficientes.- Emilio gruñó por la confesión.

Joaquín comenzó a dar saltos, sintiendo que el pene del castaño tocaba su punto dulce, hizo su cabeza hacia atrás, y tensó su cuerpo, su orgasmo llegó, miró con súplica a Emilio, el cual siguió con las embestidas, las paredes internas de Joaquín lo apretaban demasiado bien.

-Joder amor.- Se corrió dentro del moreno.

Ambos de quedaron quietos, Emilio aún adentro de Joaquín.

-A este paso pienso que ya te dejé preñado.- Comentó Emilio riendo, Joaquín se tensó.