🦉 1. Ya llegaremos a eso 🦉
—Hola, humano. Te preguntarás cómo terminé de cabeza y siendo llevada por un búho de treinta metros. Te contaré.
Puedes decirme Sami, aunque los demás suelen llamarme de otro modo, pero ya llegaremos a eso.
Mi vida anterior no era tan alocada a como lo es ahora, y no me refiero al búho gigante que me lleva con sus garras a... ya llegaremos a eso.
Y no es que haya renacido, le llamo «Mi vida anterior» a cómo vivía yo hace tan solo dos meses...
Hace dos meses:
—¡Lleve sus colchones que se acaban!
Esa de ahí soy yo, la chica que grita en el micrófono las ofertas de colchones del día. Era mi trabajo actual, o aún lo es porque no recuerdo haber renunciado.
En fin.
—¡Son tan suaves que creerá duerme sobre una esponjosa nube!
Lo divertido de trabajar ahí no era pasarla en ese micrófono 4 horas diarias, o bueno no solo por eso. La parte divertida era que tenía flexibilidad en cuanto a mis horarios, lo que me permitía asistir a clases sin ningún problema.
Lo sé, en esa época mi nivel de diversión era otro.
Mi sueño es ser compositora, y mi otro sueño es que los grandes artistas a los que idolatro la canten.
Tenía muchos sueños. Aún los tengo, pero ya llegaremos a eso.
Digo mucho esa frase, ya te estarás cansando de oírlo... o leerlo.
En fin.
Por eso fui muy feliz al conseguir la beca en una buena universidad donde aprenderé a escribir canciones como una profesional. Aparte que así no me preocuparía por pagarlo, ya que mi medio sueldo promocionando colchones apenas me alcanzaba para pagar la renta y cenar algo más que agua.
Al principio creí que no sobreviviría por mi cuenta, cuando me echaron de casa y mi familia me desconoció como un Elrich quedé devastada. Pero gracias a mis dos amigos, y su ofrecimiento a quedarme en el cuarto que les sobraba en su departamento, reuní esperanzas y fuerzas para seguir.
Si no fuera por ellos estaría viviendo en la calle, o peor, de vuelta en casa de mis padres... estudiando para ser ingeniera.
Provengo de un gran linaje de ingenieros, y el lema de los Elrich es "Sé un ingeniero o estás muerto para nosotros". No es broma, lo tienen patentado y todo. Como si alguien les pudiera copiar la idea de desconocer parientes.
Y no es que desprecio a los ingenieros, solo que no es para mí.
Lo mío es escribir canciones pegajosas sobre búhos enormes.
Pero ya llegaremos a eso.
—¿Aló? ¿Quién habla?
Esa era yo contestando el teléfono a pesar de ser un número desconocido, corriendo el riesgo de caer en una estafa. Era tan ingenua.
—Sí, habla ella, aunque mi segundo nombre se pronuncia Erin, no Errin. E ere i ene. Erin.
Y aparte me aseguré de darle mi nombre completo, al menos no le di mi dirección.
—Así es, vivo en la calle Azur cuadra 5.
Olvídenlo.
—No comprendo, ¿quién es usted?
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Sami
FantasiaSami heredó un collar, pero por más feo que le resulte, le traerá bonitos poderes... y a un búho. **** Nueva versión extendida y corregida. **** Créditos de la portada al ilustrador @JerieIlustrador