Extra. Reconciliación

244 27 4
                                    


Al llegar a casa, Jin Ling se estaba carcajeando de cómo Sizhui intentaba abrir la puerta sin bajarlo primero. Al joven Lan no le hacía nada de gracia. De todas formas, terminó por pedirle a la Joven Amante que él lo hiciera, todavía entre risas. El bochorno fue tanto que hasta se le bajó la calentura. Sizhui entró con el mayor cuidado para no golpear a Jin Ling con el marco de la puerta. Se quitó los zapatos y ayudó al joven pavorreal a quitarse los suyos. A-Yuan era terco, no bajó a la Joven Amante ni aun cuando habían puesto un pie dentro.

Tal como sus padres prometieron, no había nadie en casa. Tenían el lugar sólo para ellos y nadie los molestaría. Sizhui estaba explotando internamente de alegría.

- ¿Me puedes bajar? – le preguntó la Joven Amante bastante irritado -. Te dije que puedo caminar, ya llegamos. Bájame – Sizhui sonrió de medio lado y se dirigió al sofá para depositarlo delicadamente -.

- Me alegra ver que has recuperado la vitalidad de siempre – se burló. Jin Ling se puso colorado -.

- Tú... - bufó por lo bajo y extendió la mano -. Dame mi mochila, te daré los regalos que he estado guardando -.

A-Yuan se rió y bajó ambas mochilas, le dolían los hombros. Bien había valido la pena. Ver a su novio tan apenado siempre lo valía. A-Ling se apresuró a tomar la suya y sacar un táper de color azul con una cinta blanca que decía "A-Yuan" con un corazón a un lado. La cara de Sizhui cambió rápidamente de color, ahora era de un rojo intenso. Jin Ling compartía su mismo colorido. Ninguno se atrevía a mirarse a los ojos.

- Ten – susurró en un hilo de voz el joven pavorreal, extendiendo el táper hacia su novio -.

Sizhui lo tomó con cuidado entre sus manos y lo abrió. Contenía tortilla de huevo cortada con forma de conejo, incluso le había puesto semillas de sésamo y algas cortadas para formar los ojos y la boca; salchichas veganas cortadas como mini pulpos, una cama de arroz blanco con un corazón hecho con chícharos, zanahorias cortadas como flores y fresas con forma de rosas.

- A-Ling, esto es bellísimo. Hasta me daría pena comerlo – comentó asombrado el joven Lan -.

- ¡Más vale que lo hagas! Lo hice para ti – hizo un puchero mientras juntaba las cejas -. Pero preferiste recibir los regalos de otros -.

- Ya dije que lo siento, A-Ling. Perdóname, por favor. Hubiera preferido mil veces comer tu almuerzo – le gruñó el estómago -. Muero de hambre – el de Jin Ling también rugió -. ¿No comiste? -.

- No pude – confesó apenado -. Estaba pensando en cómo arreglar mi tontería. Pensé que no querías ni verme -.

- Eso no es verdad. Quería pasar un tranquilo San Valentín contigo – le besó la mejilla, a lo que el joven pavorreal dio un respingo -. Admito que no me gustó lo que hiciste, pero considero que es algo que deberíamos hablar -.

Jin Ling asintió. No era un tema que realmente quisiera tocar; sin embargo, Sizhui tenía razón. No quería estar en un conflicto constante y todavía le dolía el recordar que el joven Lan había estado recibiendo chocolates con una sonrisa después de su acalorada discusión.

- Trataré de ser menos impulsivo, A-Yuan. Lo prometo – levantó tres dedos para hacer énfasis y miró directamente a los ojos a su novio -. Sé que habrá cosas que no podré evitar y a veces mi temperamento se saldrá de control, pero... pero... - apretó los párpados, buscando las palabras -.

- Lo entiendo, A-Ling – la Joven Amante abrió los ojos para encontrarse con el rostro de Sizhui tan cerca que le rozaba la nariz -. Y yo prometo prestar más atención a tus sentimientos. No dejaré que la popularidad se me vuelva a subir a la cabeza – Jin Ling sonrió satisfecho y le dio un suave beso en los labios -.

Problemas en el ParaísoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora