Soy Samuel Vargas, tengo 23 años y les contaré sobre como perdí idiotamente al amor de mí vida, tal vez les suene algo ilógico ya que en teoría nadie sabe quién es el amor de su vida, yo creo que sentimos quién es aquel "Primer amor". Creo que, el primer amor no es aquel que fue tu primer novio, o tu primera novia, o con quién diste tu primer beso y mucho menos con quién presentaste primero a tus padres... El primer amor, es aquel que llega a enseñarte muchas cosas, a hacerte sentir cosas que jamás has sentido o vivido antes con otra persona, es aquel que aunque uno trate no puede simplemente alejarse, porque se deja una huella, una huella que ni mil cuerpos pueden borrar, que ni mil besos pueden curar, ni que mil noches de pasión puedan arrancar.
Tuve ese primer amor a los 16 años, era muy joven tratando de sobrellevar la vida, de explorar y de cierta manera disfrutar su juventud.
Conocí a Mary, una chica muy linda la cual nunca imaginé llegar a conocer. Fue algo tan inesperado, la tenía en frente mío y no me había dado cuenta, en esa época no tenía ni idea de cómo tener una relación, ya que las que tuve fueron un fracaso. Creía que solo me tenían como un juguete ya que siempre me dejaban por alguien más guapo o simplemente no querían estar conmigo de la forma en que yo quise estar con ellas.En ese momento llegó Mary, aún recuerdo su aroma, su voz y su forma de ser tan atrapante, llegó en un momento de caos y le dió color a mí vida, de cierta manera ella me iluminó el camino que solía antes estar ocuro frente a mí. Ella comenzó con un "Hola" y de ahí ya saben el resto... Nos hicimos novios y vivimos con la idea de planear una vida juntos, tener una casa y ser felices, nuestra meta era ser felices siempre, era un amor joven, un amor que nació en bachillerato y aunque no nos veríamos todos los días, siempre me encargaba de estar ahí para ella, tal vez no lo estuve lo suficiente....
No estuve cuando ella se sintió mal, tampoco cuando tenía problemas en su casa con su familia, tal vez no le brindé el apoyo que necesitaba, sin embargo si quería que ella estuviera aquí conmigo. Ella empezó a depender de mí, como yo de ella, cada segundo sin ella era como morir lentamente, fuimos creciendo y aprendiendo el uno del otro, pero sentía que la relación ya se había vuelto rutinaria y a pesar de que ella siempre quisiera hacer algo nuevo, era yo quién no quería, quién no quería que saliéramos a parques de diversiones, que saliéramos a cine, tal vez no agarré más su mano, tal vez no la llevé a bailar... Recuerdo lo mucho que ella amaba bailar, cuando estábamos juntos, ponía una de sus canciones favoritas y la cantaba y bailaba como si fuera su última vez para hacerlo.
Era perfecta, me hacía feliz, nunca me decía que no cuando me sentía mal, cuando le contaba mis problemas, ella estaba ahí para mí, le escribía a las 3 de la mañana y ella me contestaba al instante. Pero aún así sentía que la relación era rutinaria, no sentía lo mismo, y a pesar de ver a Mary darlo todo por la relación, yo no quise poner de mí parte y creí que portarme indiferente era una manera más suave de alejarme poco a poco de ella, ella no era tonta, me conocía tan bien que no tardó en notar mí drástico cambio de humor, nos dijimos adiós....
Sé que ella sufrió, la hice sentir que, todo lo que ella había hecho por mí había sido en vano ya que no le fui sincero cuando me sentía así, indiferente, desinteresado en todo sentido, sé que sufrió cuando le dije adiós para siempre, y ver sus ojos inundarse en lágrimas, me hizo sentir la peor persona en el mundo, ya que nunca había hecho que llorara, pero lloró. Lloró cuando le pedí perdón por ser tan patético de no haberselo dicho cuando debía decirle, la veía tan feliz que no quería lastimarla, pero la lastimé aún más cuando le oculté todo, la lastimé aún más cuando la veía llorar y no le pude dar siquiera un abrazo, la lastimé aún más cuando no le di una explicación del por qué me sentía así, del por qué de pronto ya no la amaba, lo que me duele aún más es saber que ella aceptó mí decisión y solo se marchó con su cabeza en alto, sabía que ella seguiría adelante, sería una persona triunfante y exitosa, la única diferencia es que ya no haría parte de su vida.
La imagen de su rostro mojado, siempre la voy a recordar, esa mirada de decepción y de dolor nunca se me va a borrar de la mente.
ESTÁS LEYENDO
La ciudad de las 365 cartas [Primera Temporada]
RomanceDespués de un largo tiempo, se decide escribir 365 cartas con el fin de desahogar sus sentimientos guardados. Esto no es algo más sobre el desamor, es un testimonio de cómo un gran amor se fue al demonio [Resubiendo]