El Reto Máximo: Parte 2 La sombra del Aura

Fe de Acero

"En nuestro capitulo anterior, la batalla entre Ash y Celesteela se desarrollaba en los cielos. Feroces estruendos se podían escuchar por toda ciudad Carmín. En medio de la trifulca, un pequeño momento de descuido ponía a Ash en peligro. ¿El ataque habrá dado en el blanco?"

La noche era nublada en la región de Kanto en la mayoría de sus pueblos y lugares de visita turística. El puerto principal por supuesto no era la excepción. La única diferencia con una noche normal era que por algún motivo muchas luces y estruendos se podían apreciar desde lo lejos. En medio de uno de los tantos caminos pavimentados, una ambulancia iba a toda velocidad para el hospital. Dentro, Serena se encontraba viendo el cielo en busca de alguna silueta de su amado. Con una clara preocupación ella llevaba sus manos a su pecho esperando que se encontrara bien en esa lucha que parecía ser su destino.

Sin embargo, encima del capo de la ambulancia que sonaba sus sirenas estaba cierto pokemon que maldecía el no poder tener la habilidad de ir a ayudar a sus amigos. Era cierto que cada pokemon tenía limitaciones, pero aun así deseaba ayudar en algo. Antes de pensar en otra cosa, pudo sentir una presencia natural. ¿Por qué? De nuevo era muy fuerte esa sensación. Podía sentir que no estaba ligada a él, más bien...sentía que esa sensación era para Ash. Debido al fenómeno lazo, podía percibir cosas a un nivel de profundidad mucho más elevado que hace 8 años.

No pudo pensar más ya que la ambulancia había llegado a su destino. Por ende, todos los que estaban adentro junto a varios enfermeros llevaban a la entrenadora inconsciente a lo que posiblemente seria recibir una operación delicada. Su estado era un coma letárgico muy peligroso que podía acabar incluso con su vida. Por supuesto, el pokemon hacia su parte y les escoltaba. La mirada de Greninja se posaba en la entrenadora y por supuesto también había recibido sus sentimientos de fatalidad e impotencia. Su entrenador y él estuvieron en una situación similar hace años donde por suerte pudieron seguir creciendo y encontrar su confianza. Comprendía lo que era eso, ya que de alguna manera era lo que sentía en ese momento.

Serena y Brock miraban con curiosidad las reacciones del bípedo acuático ya que era extraño verlo tan ido. Por lo general su concentración se encontraba al máximo cada vez que Ash le brindaba una orden o si la protección de uno de sus amigos era su responsabilidad. Sin darse cuenta, habían llegado a la sala de operaciones donde ellos no podían ya pasar. Esta se encontraba en el cuarto piso del hospital. Antes que pudiesen llevarse su cuerpo inconsciente, Serena detuvo el avance de la camilla.

- ¿Sucede algo Serena? – Esa fue la pregunta hecha por la agente de la policía internacional que veía con curiosidad la reacción de la Reina de Kalos.

- Es solo que... a pesar de todo... ella es una gran entrenadora. Aunque el Ultra Ente la poseía, podía sentir todo el esfuerzo puesto en esa batalla que tuve con ella. Vi a Ash preocupado sinceramente por ella... - En ese momento, ella tomo la mano de la joven y en silencio lanzo una oración para su bienestar. Ella aprendió de Ash que no hay mejor manera de entender los sentimientos de otro a través de una batalla pokemon y por supuesto es lo que ella percibió en esa confrontación. Greninja por supuesto observaba la escena, pero... lo que vio a continuación fue una respuesta que nadie más percibió. Algo extraño para el pokemon se estaba dando en ese momento. Vio a todos para ver si no solo era el quien podía ver eso. Sin embargo... no estaba asustado con lo que presenciaba...si no...aturdido.

"Eevee..."

En frente suyo, se encontraba la silueta de aquel Eevee que pudo percibir en las memorias de la entrenadora que yacía inconsciente. Se encontraba cuidando a su amiga incluso después de la muerte. ¿Pero cómo era posible? Ambos cruzaron miradas y lo que vio después quebró su calma por un momento. Lagrimas empezaron a salir de los ojos de ese Eevee, lagrimas que contenían una petición.