abrázame, querida (y no me sueltes)

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Cuando finalmente termina sus tres tareas diarias críticas después de llegar a la oficina: firmar todo el papeleo, responder a todos los correos electrónicos posibles y especificar todas las demás tareas para el resto del día, Lena se da cuenta de que han pasado catorce horas desde que se despidió de Kara. Danvers, abrazador profesional.

Hace aproximadamente menos de trece horas y media, dijo Kara Danvers le preguntó si podían ser amigas. Lena había dicho que sí y, durante los escasos minutos en los que consigue algo de paz para sí misma en el trabajo sin algún tipo de distracción o dos, se da cuenta de que está ... emocionada por la idea.

Es triste, de verdad, estar emocionado ante la perspectiva de tener amigos a los veinticinco años, pero no es una verdad amarga ni una que se encuentre con el pensamiento contemplativo. Es solo un hecho, como que las mitocondrias son el motor de la célula y que la Tierra definitivamente no es plana. Ella ha olvidado la emoción que siente, al menos sobre un asunto tan personal. El mayor entusiasmo que ha mostrado en el pasado está orientado a acuerdos comerciales, pero supone que el deleite por los resultados de cualquier laboratorio en el que estén trabajando L-Corp podría ser algún pariente lejano de la emoción que burbujea en su pecho.

Se pregunta si sintió emoción cuando tenía cuatro años y le dijeron que iba a tener una nueva familia, después de haberlo perdido todo. ¿Los niños de cuatro años sintieron esperanza? Solo había un recuerdo de la sonrisa en el rostro de Lex cuando lo ganó en ese juego de ajedrez, pero no recuerda cómo se sintió en ese momento. No es que importe ahora.

Jess está llamando a la puerta de su oficina para recordarle que tiene diez minutos antes de su primera reunión cuando se da cuenta de que, vergonzosamente, no está muy segura de cómo lidiar con esta nueva amistad. No ha tenido muchos amigos. Sarah estaba en tercer grado hasta que la niña tuvo que mudarse, y luego, cuando estaba a punto de hacer otros amigos, Lillian la transfirió a una escuela privada donde nadie quería hablar con el nuevo niño.

Luego fue enviada a un internado donde a la gente le encantaba besar traseros o hacerse el culo y los amigos solo existen en los días soleados. La persona más real que encontró fue el anciano sin hogar cerca del puerto, donde solía ir a mirar el mar, quien le dijo que parecía que podía usar un hombro para llorar, pero le ofreció una botella de whisky barato.

Entonces Lex se enfureció, aterrorizó a cuatro ciudades capitales, y en ese momento Lena dejó de intentar hacer amigos, aunque de todos modos nadie quería hacer algo con un Luthor.

Por lo tanto, no se le puede culpar realmente si no sabía cuál era el siguiente paso para adquirir la etiqueta de amigos. Ella recuerda vagamente a Veronica haciendo un comentario sarcástico sobre ella en el internado hasta que se volvieron a encontrar unos meses atrás en una subasta, decidieron ponerse al día mientras superaban a la otra, y luego se vieron la semana siguiente para una consulta de negocios. Está la gala ocasional, el baile de caridad y las sesiones de entrenamiento que los dejan magullados y jadeando, pero esas son cosas que realmente no cree que pueda hacer con Kara, así que tal vez no sea el mejor marco de referencia para saber qué hacer en este punto.

Sin embargo, ella y Ronnie hicieron el brunch, así que tal vez podría invitar a la rubia a uno. Ella toma nota mental de ello. Quizás no demasiado pronto, porque técnicamente solo cenaron la noche anterior, y oh, oh, ¿hicieron algo de amigos antes de que Kara pidiera ser amigos?

Lo más cercano que tenía a una amiga que no es Veronica Sinclair es Jess, si se basa en lo que es la amistad: tenían intereses comunes (por el bien de la empresa), historia (ha sido asistente de Lena durante dos o más años). tantos años), igualdad (porque no es arrogante, le gusta creer, y ve a cada uno de sus empleados como un igual), compromiso con la felicidad (Jess se asegura de que todo lo que Lena necesita que se haga se haga, y bueno, Lena la compensa muy, muy generosamente) y buena influencia (Jess le hace recordar comer y Lena la envía a casa temprano, si es posible).