[32] Cambios De Humor

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Goku y Caulifla se irían al castillo del Dios de la Destrucción para almorzar, luego de su combate y su plática.

Ambos no se dirigían la palabra ni la mirada, el Saiyajin mayor solo caminaría mirando hacia el frente pensando en una sola cosa, comer.

Mientras que la Saiyajin de pelos alborotados caminaba un par de metros atrás de su maestro, de brazos cruzados y mirando hacia el suelo.

El par de Saiyajins subiría por las escaleras, luego al llegar a la puerta, ven como esta se abre, viendo al ángel Whis, quien fue el que abrió la puerta, arrastrando a su amo por el suelo que andaba pataleando como un niño molesto.

Goku parpadea riéndose nervioso, luego mira a Caulifla y se la ve conteniendo su incontrolable risa, esta como podía se tapaba la boca, no podía imaginarse ver al Dios de la Destrucción siendo regañado y tratado de esa forma, se lo tomaba inclusive como una venganza.

Titubeando, el Saiyajin terrícola consulta mientras ve como se lo llevan al dios gato.

Goku: Este...
Señor Whis...
¿Por qué se lo lleva al señor Bills?
¿Ocurrió algo malo?

Whis, que estaba bajando por las escaleras y sin soltar a su amo, contesta dándoles la espalda.

Whis: Nos vamos a trabajar, señor Goku...
El señor Bills lo había dicho...
Y ahora como todo perezoso que es, no quiere moverse.

Goku: Jajaja...
Ya veo...
Entonces nos vemos.

Decía con una risita nerviosa, levantando una mano en forma de saludo dice.

Goku: Es la primera vez que veo esto...
Y creo que será la última.

Caulifla no aguantaría más la risa y estallaría como si no hubiese un mañana.

Caulifla: ¡Jajaja!
¡Ese gato me hizo reír como nunca antes en mi vida!

Cerraba sus ojos al reírse mientras apuntaba al dios que la estaba mirando de forma temerosa.

El dios gato aprieta sus dientes al ver como una mortal muy inferior a él, se burlaba y se reía sin parar.

Ante el acto de la joven Saiyajin, el gato comenzaba a sacudirse más rápido y con más fuerza para zafarse del agarre de su asistente.

Con una cara de decepción, el ángel mueve su cabeza de lado a lado, diciéndole al dios que se comportará como uno de verdad.

Whis: Señor Bills...
Compórtese de una manera más educada...
Deje de actuar como un niño...
Y también estese quieto.

Protestaba ante lo último el más alto, que ante los movimientos molestos de su amo lo hicieron elevar la voz.

Bills: ¡Ya suéltame, Whis!
¡Me iré no sin antes darle su merecido a esa mocosa maleducada!

Caulifla: ¡Ven si puedes, gato calvo!

Gritaba la chica desde la distancia sacándole la lengua al dios que le hizo hervir la sangre.

Goku solo reía de forma nerviosa, viendo el valor de la chica al hablarle de esa manera al Dios de la Destrucción.

Te Amo, Viejo Tonto - Goku&CauliflaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora