te amo

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Si los celos fueran pequeños cuchillos, Lee Minho se encontraría con una gran fábrica de estos. Sus ojos no se movían de una sola persona y de sus acciones, y esa persona era Hwang Hyunjin, un rubio demasiado extraño para... cualquier persona. Pero al parecer Jisung no era de ese grupo, se veía bastante feliz hablando con Hyunjin, sin siquiera percatarse de la mirada de Minho.

Minho se mordió el labio al ver como ese molesto rubio alejaba un cabello rebelde de la frente de su Jisung. El chico ni siquiera se quejó, más bien le agradeció y eso fue el colmo para Minho, el ver como su hermoso chico le sonreía tan hermosamente a alguien más que no era él.

Apresurado, tomó al menor del brazo y lo arrastró hasta las afueras del instituto, ignorando completamente lo que decía Jisung.

- ¿¡Qué te sucede, Minho!? ¿A dónde vamos? ¡Ya, suéltame!- gritaba con una pizca de mandato.

- No te soltaré hasta que me digas que tanto hablabas con el rubiecito.- respondió Minho, girando sobre sus talones para ver a Jisung.

- Sólo estábamos hablando de lo que nos gustaba y Jinnie tiene mucho en común conmigo, Honnie.

- No me importa lo que sea que tengan en común, yo...- y de repente a Minho se le cristalizaron los ojos, demostrando que estaba a punto de llorar.- Yo no qui-quiero qu-que me dejes po-por él...- sus palabras casi ni se comprendían cuando comenzó a soltar leves sollozos.

Jisung no sabía qué hacer, Minho estaba llorando y no tenía ni la más mínima idea de qué hacer en situaciones así, así que hizo lo único que se le vino a la mente: besarlo.

Y eso hizo, logrando que los sollozos del mayor quedaran entre ambas bocas, haciendo un extraño sonido al juntarse, pero sin querer separarse, no aún. Y así se mantuvieron un tiempo, besándose, haciendo lo único que nunca pensaron hacer: entregarse sus primeros besos el uno al otro.