te amo

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Ninguno de los dos sabía cuánto tiempo había pasado, y no es como si les interesara. Lo único que en ese momento importaba era el dulce sabor que sus labios compartían.

Minho fue el que rompió el glorioso beso, mirando directamente a Jisung con un brillo especial en sus ojos.

- Qué... ¿por qué hiciste eso?- preguntó el mayor, con un gran sonrojo invadiendo sus mejillas.

- Lo lamento.- se apresuró Jisung a responder. No había pensado seriamente en lo que hacía, se había dejado llevar por sus intenciones de calmar a Minho sin pensar en las consecuencias. No pensó en si Minho querría.- Minho... yo... en serio lamento haber sido tu primer beso, me dejé llevar y...- fue interrumpido por unos labios estampándose contra los suyos, callándolo.

- No lo lamentes.- dijo Minho cuando se separaron.- Siempre había soñado con que tú fueras mi primer beso, Sung.- soltó con una hermosa sonrisa adornando su rostro.

- Entonces... ¿no estás molesto?- preguntó el menor, inseguro.

- Claro que no, Sung. Además, tus labios saben delicioso.- opinó para luego pasar su lengua por sus labios, mientras Jisung parecía estar a punto de sufrir un ataque cardíaco por las palabras de Minho y sus acciones. Lo único que atinó a hacer fue asentir y bajar la mirada, avergonzado.

- Yo... también quería que fueras mi primer beso, Honnie.- confesó Jisung, tapando su sonrojado rostro con sus manos. Jisung soltó una risita. Era hermosamente tierno ver a su menor tan sonrojado y avergonzado.

- Eres muy tierno, Sung...- susurró antes de apartar suavemente las manos de Jisung de su cara para dejar un casto beso en ambas mejillas, luego en su frente y para terminar, en sus labios.

Así quedaron por unos minutos, olvidándose por completo de todo. De sus amigos, de sus celos, de sus prejuicios, del mundo, de cómo se respiraba. De todo. Solo importaban ellos dos, solo importaba una sola cosa: el amor que ambos se tenían.

Esta vez fue Jisung el que se separó, mirando a Minho para después preguntar algo que hace tiempo quería preguntar.

- ¿Quieres ser mi novio?- preguntó, juntando sus frentes para mirarlo fijamente.

- Claro que quiero, bebé.- respondió Minho, volviendo a juntar sus labios.