Shibari:

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_Siempre me ha gustado probar cosas nuevas, en especial cuando me siento cómodo con la otra persona. Por eso no me lo pensé cuando le propuse unas prácticas de Shibari. Se excitaba al rendirse a la experimentación bajo mis manos._

_Quedamos en su casa, tomamos una cerveza y nos bañamos con una intensa y caliente conversación. El tono iba subiendo en nuestras palabras y en nuestros cuerpos. Mi mente anticipaba el tacto de las cuerdas envolviendo su piel y ella se estremecía sin siquiera tenerlas a la vista. Llevé la mano a su rostro y acaricié sus labios con los dedos antes de besarle. Un beso que inició lento y tímido, pronto se convirtió en pura lascivia pasional, volviendo locas a las manos que no daban abasto a recorrer todo cuanto querían abarcar._

_Me dio la mano y la lleve al estudio. Al llegar, las cuerdas estaban dispuestas en el suelo sobre una mullida manta. Un cosquilleo le recorrió la espalda y continuó hacia su entrepierna cuando comencé a desnudarla_

_Quitaba cada prenda con mucha delicadeza, como quien desenvuelve un regalo con irreal paciencia, recreándome en el deslizamiento de la tela sobre el cuerpo, sensibilizando cada rincón accesible. Cuando le quite el sujetador, su pecho ya apuntaba firme, con los pezones duros y contraídos. El roce de la tela sobre ellos le humedeció un poco más,yo lo noté y no sabía si podría ella aguantar las ataduras sin que me suplicara que le desatara para hacerme suyo._

_La senté de rodillas en el suelo, nerviosa, excitada, rebosante de deseo, estaba ella.Tome la primera cuerda y comencé las ataduras en las muñecas, que llevó a la espalda. Cada roce de la cuerda sobre su piel la excitaba más. Mi destreza, mi delicadeza, mi concentración… Hacía vueltas firmes y concienzudas, y pequeños gemidos se le escapaban entre los labios, mientras que los otros le palpitaban  húmedos, estoy seguro. Pase una cuerda entre sus piernas, envolviendo con maestría la vulva e internándome ligeramente entre los labios, provocando que uno de los nudos le rozara  el clítoris cada vez que tiraba de una de las secciones._

_La cierta aspereza de la cuerda se estaba transformando en una deliciosa sensación intensificada por la atmósfera que había creado, su sobriedad y el punto justo de constricción. Creaba nuevos nudos alrededor de su cuerpo, uniendo unos con otros, modificando su postura e incrementando la excitación. El sentimiento no era de sumisión ciega, sino que la sentía adorada. Notaba las cuerdas como una extensión de mi cuerpo, de voluntad, dispuestas para proporcionarle un nuevo tipo de placer físico y mental. No se sentía a mi merced, se sentía a la suya, guiándome por sus reacciones y gemidos para deshacer o crear nuevos nudos que intensificaran ese zen sensorial que le invadía._

_El movimiento de la cuerda correcta proporcionaba la fuerza justa para despertar más aún su excitación._

_Comenzaba a notar cómo emanaba sin medida el flujo y calaba las bragas, cómo su deseo de sentirme dentro de ella era más fuerte que nunca, cómo de solo pensar en mi erección apretándole contra ella,en ese momento estuvo a punto de correrse, cómo acabo haciéndolo cuando tire suave y repetidamente de la cuerda que se anudaba sobre su clítoris…_

_Aflojo un poco la cuerda de sus muslos y la inclinó totalmente de cara hacia el suelo, su culo queda empinado hacia firmando un corazón que me inspira a la lujuria y el pecado._

-Estás derretida cariño mío, hueles estupendo y tú sabor es aún mejor

_Me dirijo hacia su rostro y me siento delante suyo mientras le muestro mi pene_

-es hora de que yo disfruté un poco más _y sin pensarlo mucho se lo pongo en los labios_

-saborealo y déjame sentir de esa boca tan sabrosa que tienes

_ella empieza a lamer desde mis testículos hasta donde termina mi pene en el glande, cuando de pronto lo succiona completo y empieza a mover su cabeza de arriba a abajo, mientras tanto yo comienzo a tensar la cuerdas de su cuerpo sutil y repetitivamente con una mano mientras que con la otra sostengo su cabeza acariciando su cabello. Estamos desbordados los dos en lujuria, y sus gemidos sobresalen aún teniendo su boca completamente llena con mi miembro, es tanta la excitación que en un ataque la agarro tan fuerte de su cabeza y la empujo a que se trague aún más mi pene. Sentí su garganta profunda en mi glande y casi estallo ahí mismo._

-Creo que es hora del plato principal

_me dirijo a su culo empinado, la miro, la siento fogosa, la huelo, le doy unas nalgadas. Me arrodillo detrás suyos mientras le daba unos besos en sus nalgas rojas por los goles, aflojo un poco la cuerda que pasa por su sexo pero no mucho para que el nudo siga haciendo efecto en su clítoris, comienzo a saborear su fruta prohibida, está sabrosa y empapada por el orgasmo de hace un momento. Deslizo mi lengua de arriba a abajo de su raja, me pierdo en un mar de sabores y trabajo con mi lengua como hace un niño cuando tiene una paleta de helado y el helado se derrite como lo está haciendo ella en estos momentos. Mis dedos van buscando su cálido interior y sus gemidos se hacen cada vez más intensos con los empujes de mi mano._

Yo: Saera... _le digo para llamar su atención_ es hora de penetrar tu interior con mi pene

Ella: Si... Porfavor.... _Respondió vagamente pues estaba ahogada en gemidos, estaba claro que no había nada más que deseara que tenerme en su interior_

_Sostengo mi pene en mi manos mientras doy mis últimos lengüetazos en esa delicia que me vuelve loco, y sin más preámbulo pongo la punta de mi miembro en su sexo, la voy penetrando suave y sutilmente, dejan que su coño vaya succionando poco a poco, hasta que no llegué al tope no paré, y al sentirlo ella gimió tan alto cómo tan dulce que mi cabeza quedó en profunda conmoción. Comencé a mover mi cintura, suavemente de adelante hacia atrás mientras voy tensando las cuerdas con mis manos para que el nudo que deje en su clítoris con la cuerda haga su trabajo. Sus gemidos y mis golpes se hacen cada vez más y más intensos, ya mi cabeza quiere estallar en su interior y mi pene opina lo mismo. Mientras que el cuerpo de ella tiembla sin parar cómo si sufriera hipotermia, pero no es de dolor ni sufrimiento sino de placer insaciable y me doy cuenta que está a punto de correrse otra vez. Sigo golpeando fuertemente su sexo y al mismo tiempo tenso la cuerdas_

Ella: estamos locos _dice sin casi poder entre gemidos_

Yo: yo la verdad es que si... pero mira que bien lo pasan lo locos cariño _y en ese momento siento mi pene endurecerse aún más y palpitar rápidamente._

Yo: Ya....no aguanto... voy a Ahhhh... uffff_

_Ella ni siquiera respondió, a no ser por un profundo jadeo_

_Esta práctica del shibari es algo compleja pero si sabemos utilizar la cuerda como es debido, se siente este placer enorme y fructífero que hemos sentido tu y yo en este momento. Nuestros cuerpos quedaron tan exhaustos que solo tuve tiempo a desatarla y abrazarla y quedarnos ahí mismo en ese lugar tranquilos y sin hablar como si sólo existieramos solo nosotros en el mundo._

𝕰𝖗𝖔𝖙𝖎𝖈 𝕿𝖍𝖊𝖒𝖊𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora