Desde hace algún tiempo, Gokudera Hayato, se había enamorado del idiota del beisbol, ¿cómo se enamoró? Ni él mismo lo podía entender. Ese día, estaba totalmente decidido a decírselo, algún día se lo tendría que contar ¿verdad? Llevaba varias días intentándolo, pero todo le salía mal, o no le salían las palabras, pero ese día saldría todo bien.
Se decía todo aquello mentalmente, mientras iba hacia el instituto, cuando recibió una llamada.
¿De quién sería? Miró la llamada, entrante, era el pervertido de Shamal.
-¿Qué es lo que quieres?-preguntó Gokudera tan borde como de costumbre. No tenía muchas ganas de hablar con el pervertido ese, solo quería ver a Yamamoto y decirle ya de una vez lo que sentía por él.
-Hayato tan amable como siempre-respondió este con cierta ironía en su tono de voz- ¿Podrías venir un momento a la enfermería?
-Está bien, pero no me quedaré mucho tiempo-dicho esto, Gokudera colgó, y rápidamente se dirigió a la enfermería, para acabar con lo que le quería decir Shamal rápidamente.
Entró sin tocar la puerta, y una vez que estuvo dentro, cerró la puerta a su espalda.
-Dime qué es lo que quieres, tengo algo de prisa-le miró serio esperando a que el moreno hablase.
-Tengo un nuevo mosquito, y lo quiero probar en alguien-explicó con tranquilidad, y sacó un pequeño botecillo de cristal donde se encontraba el mosquito dentro. Gokudera al escucharlo se enfureció de inmediato. ¡¿Es que le quería como experimento?! ¡Más quisiera él!
-¡¿Para eso me has hecho venir tan rápido? ¡Maldito pervertido! Yo me voy...-se dirigió hacia la puerta, que se abrió de inmediato, dejando ver a Lambo.
-¡Estupidera! ¡Ven a jugar con Lambo-san!-dijo el pequeño casi gritando, se acercó al nombrado, pero se tropezó haciendo que varias granadas se cayeran de su pelo, y fuesen a parar donde estaba Shamal.
¡Pum! Sonó por todo el instituto una explosión en la enfermería, el botecillo donde estaba el mosquito, cuya función aún no se sabía cúal era, salió, y se fue a parar al cuello de Gpkudera, donde le picó, este ni se dio cuenta. Iba a matar a Lamo.
-Estúpida vaca, mira lo que has armado!-le regañó al mayor, cogió a Lambo y se fue de allí. Dejando el desorden en la enfermería y a Shamal solo.
-Debo calmarme-dijo Lambo a punto de echarse a llorar. Si Lambo estaba en el instituto, el Décimo y tal vez, Yamamoto, estarían cerca de allí. Se apresuró para ir a la clase.
En cuanto llegó a la clase, estaba Tsuna hablando con el idiota del beisbol. Se acercaron a el.
-Buenos días, Gokudera-kun-lo saludó como siempre y se fijó en que llevaba a Lambo entre sus brazos- ¿Qué hace aquí Lambo?
-Parece que te siguió Décimo-dejó al pequeño en el suelo, para que Lambo hiciera lo que quisiera a partir de ese momento.
Yamamoto se acercó a ellos, con una sonrisa radiante como siempre. Gokudera desvió la mirada de él para evitar sonrojarse. ¿Cómo podía ser tan tímido delante de él? No tenía ni idea, pero de una cosa estaba seguro, el idiota del beisbol le gustaba mucho, y le hacía sentir raro, además de que se ponía muy nervioso con su presencia cerca.
-Hey, Gokudera-le saludó también, y repentinamente sintió como si algo le picase en el cuello, y se llevó la mano a este.
Gokudera no pudo ni responder, se ponía demasiado nervioso, y solo le había saludado, ¿cómo iba a ser capaz de declarársele si ni siquiera podía devolverle un saludo?

ESTÁS LEYENDO
¡¿Cómo ha podido pasar esto?! (Katekyo Hitman Reborn// Yaoi. 8059)
FanfictionGokudera Hayato y Yamamoto Takeshi , se aman desde hace algún tiempo, sin embargo ninguno de los dos se atreve a decirse lo que sienten. Una mañana normal y corriente, pasa algo bastante inesperado ¿Cómo se las arreglarán para salir de esto? Yamamot...