Gokudera se fue a la parte trasera del instituto, se sentó en el suelo y abrazó sus piernas apoyando la cabeza en sus rodillas. Estaba muy emocionado al recibir la noticia, pero no pensó que no funcionaría, y ahora no quería ver a nadie, no quería estar en el cuerpo del idiota del beisbol, ni contarle sus problemas.
Yamamoto enseguida salió en su busca preocupado por él, con la esperanza de poder ayudarle, aunque sea en algo pequeñito.
Le buscó por todos los lados que se le ocurrieron del instituto, sin dar con él, estaba a punto de irse para buscarle en otro sitio, cuando notó una cabellera negra algo escondida, seguro que era él.
Pov’s Yamamoto.
Me sentí aliviado de haberle encontrado, le había buscado por todos lados, y estaba agotado de tanto correr.
Me acerqué a él, poniéndome frente a él de cuclillas con la intención de ayudarle, hablándole con una voz suave y tranquila.
-Gokudera, sé que estás harto de esta situación, pero todo se solucionará, y volverá a ser como antes.
Gokudera no me hizo caso alguno, estiró una mano haciéndome un gesto indicando que me fuera.
-No me quiero ir, me quedaré aquí contigo-dije decidido, no quiero que esté solo, además me gustaba mucho su compañía.
-Quiero estar solo, déjame-me dio un pequeño empujón, mas solo consiguió que me sentase en el suelo, ya que antes estaba de cuclillas frente a él.
Sentí unas enormes ganas de abrazarle, aunque fuese como abrazarme a mí mismo, pero sentía esa necesidad, además quiero que sepa que me tiene para lo que quiera, que no está solo, tiene mi apoyo, y el de Tsuna.
-Te vuelvo, a repetir que me quedaré contigo
-¿Por qué?-levantó la cabeza y me miró a los ojos, los suyos parecían estar algo cristalizado, como si hubiera estado llorando.
-¿Has llorado?
-¿Qué? No digas tonterías, además te hice una pregunta primero-responde intentando esquivar la mía con un leve sonrojo en sus mejillas, lo que me hace pensar que tengo razón y sí había llorado.
-Bueno, te responderé-me senté a su lado son apartar la sonrisa de mi rostro- Quiero estar a tu lado, porque sé que ahora mismo lo estás pasando mal y odias esta situación, te quiero ayudar, Gokudera no estás solo, me tienes a mí y a Tsuna, deberías de mostrar de vez en cuando tus sentimientos y contar tus problemas, eso hará que te sientas mejor. Confía en mí-terminé de decir cogiendo su mano, y acariciándola.
El albino se sonrojó notoriamente, y miró hacia otro lado. Su mano de repente, y todo su cuerpo temblaban.
-Está bien, lo intentaré, pero no prometo nada.
-Me prometiste ayer que me contarías algunos de tus problemas- eso tan importante nunca se me olvidaría nunca jamás.- Cuéntame por lo menos hoy uno, Gokudera, por favor.
-No, ya mañana-niega respondiéndome al instante, casi sin habérselo pensando dos veces.
-Venga, por favor, Gokudera~
-¡Que no!
-Por faaaaa~
-Pesado-suspira con pesadez.- te contaré solo uno, uno…que...-se calló de repente, e hizo una mueca de dolor por alguna razón.
-Gokudera, ¡¿estás bien?! ¡¿Qué te ocurre?!- se veía muy pálido, ¿qué le ocurría tan de repente? Me preocupé mucho, bueno diciendo eso, me quedo corto, estaba más que eso.
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¡¿Cómo ha podido pasar esto?! (Katekyo Hitman Reborn// Yaoi. 8059)
FanfictionGokudera Hayato y Yamamoto Takeshi , se aman desde hace algún tiempo, sin embargo ninguno de los dos se atreve a decirse lo que sienten. Una mañana normal y corriente, pasa algo bastante inesperado ¿Cómo se las arreglarán para salir de esto? Yamamot...