Todo parecía volver a la normalidad.

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¿Ahora qué haríamos los tres para pasar el tiempo? En la habitación reinó un tanto incómodo y ninguno de los tres se le ocurría como romperlo, y menos a mí.

-¿Y si empezamos ya a ayudarte con los deberes, Tsuna?-preguntó Yamamoto  rompiendo el silencio.

-Sí, gracias, Gokudera-kun, Yamamoto-contestó el décimo felizmente, si es que yo haría cualquier cosa por él, por algo soy su mano derecha.

-Décimo, ¡yo haría cualquier cosa por ti! ¡Esto no es nada!

Fin Pov’s Gokudera.

Los tres empezaron a ayudar a Tsuna a hacer los deberes, sin embargo, como siempre que cuando empezaban a estudiar o hacer deberes, las explicaciones de Gokudera eran muy avanzadas para él y no entendía nada, o las explicaciones de Yamamoto eran demasiado raras para que pudiera entenderlas, aunque el intento es lo que cuenta.

-¡Así no es, idiota del beisbol!-le gritó Gokudera desesperado al ver que este le explicaba mal un problema a Tsuna.

-Bueno, tranquilízate, Gokudera-kun, no pasa nada-intenta tranquilizarle Tsuna agitando un poco las manos.

Se pasaron ‘’estudiando’’ y haciendo deberes toda la mañana, hasta que le entraron hambre a los tres chicos.

-Como los tres tenemos hambre, ¿por qué no vamos a mi casa a comer sushi?-invitó Yamamato con una sonrisa.

-Muchas gracias-le dio las gracias el castaño, y partieron hacia su casa.

Y…

Por el camino, se encontraron a Lambo, parecía que estaba a punto de llorar, allí también estaba Reborn, seguro que Lambo ya hizo una de las suyas…

-Debo calmarme-se acercó a los tres, sacando la bazooka de los 10 años (creo que se escribe así, no sé xD), el pequeño Lambo tropezó, la bazooka se le cayó de las manos, cayéndole  a Yamamato.

-¡Vaca estúpida! Mira lo que has hecho-le golpeó en la cabeza como salía hacer y Lambo salió corriendo llorando a más no poder.

Salió el típico humo rosa, y en cuanto desapareció salió el Yamamoto adulto.

-¡Hola chicos!-saludó como si nada, fijándose en que el Yamamoto de esa época estaba allí, frunció el ceño.-¿Cómo es que yo estoy aquí?

-Todo tiene una explicación Yamamoto-se lo explicó todo Tsuna, mientras Gokudera se embobaba con Yamamoto de diez años en el futuro.

-Ah, sí, ya recuerdo, cuando Gokudera y yo nos intercambiamos los cuerpos-rió levemente observándose a sí mismo, ya se había olvidado por completo de ese incidente.

-Por lo menos tienes buena memoria-dijo Gokudera a lo bajo, desviando la mirada de él, intentando no sonrojarse, le gustaba tanto el moreno…

Yamamoto ni Tsuna escucharon lo que había dicho Gokudera.

-¿Ya te empiezas a sonrojar, Hayato?-preguntó en un tono divertido, el albino reprimió sus ganas de golpearle. ¿Cómo se atrevía a llamarle por su nombre? ¿Desde cuándo habían cogido tantas confianzas?

-¿Cómo qué Hayato? ¿Desde cuándo me llamas así, idiota del béisbol?-dijo alterado, y colorado. Sintió como el mayor se acercaba a su oído y le susurraba en el oído: Desde que salimos juntos…

Entonces, ya pasados los cinco minutos, volvió Yamamoto de nuevo.

Gokudera se quedó muy desconcertado con las palabras del otro, y muy rojo, si no fuera su cuerpo, le hubiera dado un gran puñetazo a Yamamoto en la cara, y tal vez le golpearía hasta la muerte.

¡¿Cómo ha podido pasar esto?! (Katekyo Hitman Reborn// Yaoi. 8059)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora