- Oww, gracias por el halago Alex - dijo Krista con dos de sus secuaces, realmente mi dia cada vez mejora mas y se dirigio a Aiden - tu debes ser Aiden - ronroneo.
- Ese soy yo - contesto cortante mientras yo intentaba reprimir una sonrisa triunfante en mi rostro.
- Realmente, no quiero seguir perdiendo mi tiempo contigo, valgo mas que eso - Krista se dio vuelta y resople varias veces tratando de calmarme. No soy una chica amante de la violencia, pero cuando esa parte sale de mi nadie quiere verla.
- Realmente te controlas - me contesto Aiden tirando su cigarro en la basura y acomodando un poco mas mi mochila sobre su hombro.
- Ni que lo digas - resople. Alguien me agarro por atras y me dio un gran abrazo haciendo que chille. Por la cara seria y sin ningun rastro de sentimientos de Aiden supe que se trataba de Adam. ¿Que demonios le sucedia?
- ¿Como estas? - pregunto Adam con una gran sonrisa en su rostro. Su mirada se dirigio hacia Aiden y le dio un asentimiento de cabeza el cual el otro respondio con el mismo gesto.
- Todavia no he discutido con nadie asi que, esta yendo realmente bien - conteste. La campana sono y la gente chocaba entre si para llegar a su clase a tiempo, algunas chicas pasaban hacia donde estaba Aiden y susurraban mientras otras le dirigian sonrisas. El no respondia a ninguna de las dos cosas, estaba serio. A decir verdad, creo que nunca lo habia visto sonreir.
Llego el tiempo del almuerzo, puse mi bandeja en la mesa que compartían con Adam y me levante en busca de algunas servilletas. Vi a Aiden parado esperando por su comida, estaba rodeado de chicas halagandolo sobre la banda, sus tatuajes y sus perforaciones. Ahogue una carcajada y sus ojos se encontraron con los míos, enarco una de sus ceja divertido ante la situación y articulo un "ayuda" con sus labios. Me acerque hacia el empujando a las chicas que me miraban con ganas de querer asesinarme.
- Lo siento chicas, pero lo necesito - dije arrastrandolo sin mas - ve a la mesa que esta Adam ahi estoy yo.
- Gracias por eso - dijo dándome un beso en la mejilla. Me quedé anonadada, recupere mi compostura y fui en busca de las servilletas. Choque con alguien, alguien del mismo tamaño que yo. Ella llevaba el pelo corto, un poco mas arriba de sus hombros, un corte raro pero original. Quedaba bien en ella. Sus ojos eran marrones al igual que su cabello.
- Lo siento - dijo - intentaba escapar de la chica alta y rubia, soy Summer.
- Esta bien, y no le hagas caso a Krista creeme, somos enemigas desde pequeña - dije agarrando un par de servilletas - ¿eres nueva?, por cierto, soy Alexa, pero dime Alex.
- Si lo soy - contesto con un encogimiento de hombros - ¿puedo almorzar contigo? Realmente odio estar sola.
- Hum, si seguro. Claro - nos dirigimos hacia la mesa - el es Adam, mi mejor amigo - dije señalando a Adam y luego a Aiden - y el es Aiden, el es...eh...solo..
- Soy su amigo con derecho a roce - Adam escupio la bebida que estaba tomando y mire hacia Aiden que me guiño un ojo. Negue con la cabeza y me sente a su lado golpeandolo en las costillas com mi codo.
- Yo soy Summer - dijo esta mirando a Adam, puse notar un leve sonrojo que subía por el cuello de este.
- Ho..hola - contesto mirandola mientras se sentaba a su lado y Aiden solo asentía con si cabeza. Realmente le cuesta sociabilizar.
- Asi que, Summer ¿de donde eres? - pregunte sacando los pepinillos que contenia el sandwich.
- Oh, soy de aqui, Chicago - dijo rompiendo el contacto visual con Adam y me miro - estudiaba en casa, pero pude convencer a mis padres de tener una vida como cualquier adolescente.
- Oh- mordi un poco de mi sandwich y una mano con muchos tatuajes fue directo a los pepinillos que habia en la bandeja.
-¿ Cual es tu problema con los pepinillo? - Aiden los saco a todos y se los metio uno por uno en la boca.
- Le dan feo sabor a la comida, que raro eres - bromee.
- Tu eres la rara que desarma todo un sandwich - entrecerró los ojos hacia mi. Miro sobre su hombro y solto un gran suspiro - no creo que pueda hacer esto.
- ¿Hacer que? - pregunte confundida, mire hacia donde el habia mirado y todo el grupo de Krista estaba mirando a Aiden - no te preocupes, es solo por que eres un chico bueno y que esta bueno.
- ¿Asi que crees que estoy bueno? - pregunto divertido.
- Como si no lo supieras - suspire. El dia en la escuela paso rapido, y Aiden me llevo a casa.
-¿Quieres entrar a comer algo? - pregunte bajando del auto.
- Bueno - encogio sus hombros, apago el motor y me acompaño. Entramos a la casa y dejamos nuestras mochilas colgadas en el perchero que había justo al lado de la puerta - es grande y un poco...
-¿Vacia? ¿solitaria? - pregunte y el asintió -si lo es. Rita, hemos llegado.
Grite mientras nos dirigiamos a la cocina, Rita era como mi nana, mamá la había contratado para mi cuidado, y ella era algo realmente especial para mi. Estaba preparando unos sandwiches, giro y cuando vio a Aiden sus ojos se agrandaron, lo cual fue algo sumamente raro porque ella nunca se sorprende.- Oh, hola cariño - sonrió y le tendió la mano a Aiden - Soy Rita, un placer conocerte.
- Aiden, el placer es mio - dijo Aiden estrechándole la mano y haciendo algo con sus ojos, como si estuvieran compartiendo información.
-Nena, tu padre esta a punto de llegar, no creo que quiera ver a un chico - dijo Rita - aun que, les prepare algo para comer. Tomen asiento y coman, debió de ser un día bastante largo.
- Lo fue, y me cruce con Krista - refunfuñe escupiendo un poco de migas lo que hizo reír a Aiden y a Rita. Rita era una mujer casi de cuarenta, tenía cabello castaño y mejillas regordetas - estoy intentando controlarme desde que tengo memoria.
- Lo se cariño, algún día la golpeadas y yo estaré ahí para defenderte - río Rita. Se oyó que la puerta principal se abrió, pasos se escuchaban, y papá apareció en el umbral de la puerta de la cocina, con su boca fruncida y ojos enojados. Oh oh.
ESPERO QUE LES GUSTE Y PERDON POR LA TARDANZAAAAAAAA.
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Dangerous © EN PARO
RomanceToda mi vida cambio cuando me entere que mi padre es el narcotraficante mas buscado del mundo. Todo cambio cuando mi padre decidio ponermelo a el en secreto como mi guardian, para no ser asesinada como lo habian hecho con mi madre. Una vida demasia...