Capitulo 5: Conjuntivitis.

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-¿Quieres ver alguna película?- preguntó sacando las cajas de pizza del sofá y poniendo una sabana sobre esta. Lo miré raro por eso y el se dio cuenta - el sofá es de Xavier, creeme, querrás una barrera entre tu y el sofa.

Me dirigí hacia el TV, tome algunas películas que estaban sobre el DVD.

- Son todas de acción - lo mire - menos...eh...chicas pesadas.

- Pues entonces veremos esa, sientate, iré a preparar palomitas - puse la película y me dirigí hacia el sofa, tropezándome varias veces con cajas de pizza y latas de refresco.
Me senté y vino con una gran caja llena de palomitas, la película comenzó y el se sentó cerca de mi. Su perfil me llamaba la atención, era como un chico malo pero en el fondo era una persona con un pasado feo y oscuro. Tome palomitas para que no se diera cuenta de que la película para mi, era el.
- Realmente nunca vi esta película, me gusta - giro su cabeza y miro seriamente. Sentía mis ojos pesados, como si algo tuviera en ellos, el sueño me estaba consumiendo. Y luego de eso, no escuche mas.

Me desperte, sobre el pecho de alguien. Aiden estaba dormido a mi lado, su cara muy cerca de la mia. Me asuste y quise moverme para tener mas espacio entre los dos, pero termine tendida en el suelo dándome un gran golpe en mi cadera. Aiden salto asustado, y soltó un gran suspiro cuando me vio en el suelo.

- ¿Estas bien? - me tendió una mano sentado en el sofá, la tome y toque mi cadera - ¿donde te has golpeado?

- En la cadera, es solo un golpe - puso una mano en mi cadera y bajo apenas el pantalón para ver si había sangre o algo de eso.-¿Qué hora es? -le pregunto. Se inclina a mí alrededor y mira la pared.

-Casi la una. -Extiende los brazos sobre su cabeza y su camisa se levanta y me doy cuenta de cuatro cosas:
Uno, que tiene tatuajes en su estómago.
Dos, es un muy buen estómago.
Tres, quiero tocar su estómago.
Cuatro, necesito resistir ese deseo.
No puedo ayudarme a mí misma mientras mis ojos se mueven lentamente y paran en el borde de su ropa interior que se asoma por debajo de sus pantalones vaqueros. No puedo decir si él está usando boxers o calzoncillos.

-¿Ves algo que te gusta? -dice cuando detiene el estiramiento y noto que lo he estado mirando.

-No. Digo, sí. Digo, ¿qué? -Aparto la mirada de su rostro y rezo para cambiar personalidades con alguien con un mejor control sobre sus ojos y boca.

Estoy tratando de evitar que yo misma diga algo estúpido cuando la puerta se abre de un portazo e irrumpe un tipo. Es un musculoso andante y también está cubierto de tatuajes, pero los de él son más abstractos, una especie de variedad tribal negra. Se parece mucho a Emmett Cullen -crepúsculo- Cruza la habitación en tres zancadas y tira a Aiden en una de esas cosas -apretón de manos-abrazo de hombres- que se supone que muestra afecto, pero no demasiado afecto. Debido a que son hombres, y se abrazan como hombres.
Este estaba acompañando de una chica, un poco mas grande que yo con un gran vestido corto, tan corto que se podía ver su cosita.

- Waaah, amigo - le dijo sonriendo - me hubieras avisado y no venia así tenían su fiesta privada. Igual ya me iba, venia a buscar algunos condones. ¿Como te llamas?

- Alexa.

- Un placer, me voy, cuídense - nos guiño un ojo y se fue llevando a la chica consigo.

- Ese es Xavier - dijo Aiden encendiendo un cigarro.

- Creo que ya es hora de irme - le dije tomando mi celular.

- Claro, vamos - tomo su chaqueta y abrió la puerta de su auto, el camino fue silencioso e incomodo. - Mañana paso por ti.

- ¿Que? - fruncí el ceño haciendo que el haga una mueca.

- Mañana te llevare a la escuela, estoy libre en todo el día. Los amigos hacen eso ¿verdad?

- Nos conocemos hace menos de un día¿ y somos amigos? - le conteste riendo - y no puedo, voy con Adam, no puedo dejarlo el primer día de clases.

- Si, me has caído bien, casi nadie lo hace y no te preocupes - abrió la ventanilla y tiro el cigarrillo - pasaremos por Adam también.

Al llegar, nos despedimos con un "Adiós", entre en la casa sin hacer el menor ruido posible por que seguro que Ashley estaba escondida por ahí. La luz del sillon se encendió y hablando del rey de Roma, esta aparecio.

- ¡No me mires! - grite haciendo que esta se aparte de mi, quería que se alejara y yo poder irme a dormir lo mas pronto posible.

- Ay, Ali ¿que paso? - imagínense que su voz es algo parecido a una niña pequeña con su nariz siendo apretada por los dedos.

- Tengo una conjuntivitis muy contagiosa, es horrible, estuve separada de todos, todo el día. Nos vemos mañana - corrí por las escaleras y así vestida me tire en la cama.

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Dangerous © EN PARODonde viven las historias. Descúbrelo ahora