Capítulo I "Descubriéndome"

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A penas tenía 16 años y estaba cursando mis estudios de la preparatoria, siempre eh sido un chico muy reservado; no me involucraba con ningún hombre y desde pequeño ya tenía mis preferencias sexuales definidas, cuando empecé a interesarme por buscar gente que tuviera mis mismos gustos, quería conocer a más personas, para esto en mis ratos libres de la preparatoria porque casi no salía, acostumbraba a irme a un café Internet, donde entraba a una página llamada "El Chat.com" y buscaba lugares que eran sólo para gays y ahí conocía a gente; me involucraba con personas que por lo regular eran mayor que yo, incluso llegaban a ser 20 años mayor a mí.

En mi afán de conocerme y descubrirme a mi mismo, conocí mucha gente y eso me ayudaba, porque cuando estaba en la preparatoria no tenía dinero ni trabajaba, era un niño de "Papi y Mami", al no tener la forma de tener algo mío hacía cosas indebidas; conforme pasó el tiempo y me pongo a recordar me expuse mucho, porque un niño de 16 años que salga con gente mayor que él y que se relacione con ese tipo de personas no sabes a que te expones, a que te puedan hacer algo.

En ese tiempo me estaba muy confundido porque anteriormente había tenido novias en la preparatoria, pero nunca había tenido una experiencia sexual con una mujer, y de toda esa gente que conocí por el chat conocí un chico llamado Santiago, con él llegué a hablar si a caso 3 veces y nos veíamos por cámara a través de Messenger y este era el medio por el cual nos comunicábamos.

Un día mi padre empezó a verme raro, porque empecé a salir con mucha gente y involucrarme con más gente y más gente, empecé a tener novios y así, un día mi padre se puso en un plan de ¿A ti qué te está pasando?, te estoy viendo muy raro, mi padre se empezó a molestar muchísimo, porque llevaba tiempo viéndome así y era que estaba involucrándome mucho con hombres y me estaba distrayendo de lo que tenía que hacer, que era estudiar; seguía viéndome con él chico por Messenger y me gustaba muchísimo y el me decía que le gustaba también; él era de otro estado de la república mexicana, del estado Guanajuato que está aproximadamente a tres o cuatro horas de la ciudad de México, yo jamás en mi vida había ido a Guanajuato, no conocía esos lugares, entonces un día mi papá me pregunta oye ¿Qué onda, qué te pasa?. ¿Qué está pasando contigo?, yo estaba tan harto de que me preguntara lo mismo, ya me había molestado de que me preguntara ¿Qué tienes? ¿Qué tienes?, y un día me armé de valor y le dije ¿sabes qué?, es que soy gay, se lo dije así de impulso y mi papá no me creyó, no me creyó para nada y pues él pensaba que me estaba drogando o que había embarazado a una mujer y que casi, casi yo había matado a alguien; él se pudo imaginar otra cosa menos que su hijo era gay, más porque soy el mayor de tres hijos que somos hombres. Esto era una decepción grande para mi papá, no me creía y me decía: dime la verdad, ¿Qué está pasando?, si está pasando algo malo dímelo, tú no te preocupes que yo te voy a entender y le dije: es que soy gay, o sea tienes que entender esa parte, mi papá con el tiempo se dio cuenta y hasta tuve que sacarle una foto con una pareja que tenía, cartas para que él me creyera, porque me había visto con novias anteriormente y hoy día me arrepiento de haberle dicho eso a mi papá, porque no había necesidad de contarle eso.

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