En el momento que llegué a mi destino era eso de las cuatro de la tarde cuando me encontré con Santiago en la Terminal de autobuses, él me dice que no íbamos a llegar a su casa esa noche que él quería darme unas vueltas para que conociera el lugar donde vivía, hizo conmigo lo mismo que yo cuando fue a visitarme a la ciudad de México, me llevó al caber Internet donde me conoció, me llevó a los lugares donde él se desenvolvía y esa noche nos quedamos a dormir en un hotel de allá de su ciudad (Celaya). El hotel donde nos quedamos se llamaba "Casa Blanca", todo fue tan lindo y desde ese momento supe que lo amaba y que él era muy importante para mí.Esa noche que era la cual podíamos estar juntos no hacíamos nada, después de bañarnos, nos pusimos ropa de dormir, yo estaba sentado en un mueble y él en la cama, nos mirábamos uno al otro, apagamos la luz y nos acostamos, de pronto sentí que me estaban tocando y fue cuando me di vuelta y nos besamos, empezamos a tocarnos y pasó lo que tenía que pasar.
Al día siguiente nos fuimos a su casa; conocí a sus padres y sus hermanas, fue difícil para mí adaptarme a un ambiente diferente al mío. Todo fue muy padre, yo no tomaba y ahí aprendí a tomar, no fumaba y aprendí a fumar; mi primera cerveza la tomé con él. Cuando teníamos relaciones sexuales eran muy pasionales, todo lo que vivíamos era muy apasionado, cada cosa que él hacía, cada detalle, cada perfume que olía en él, cada actitud que tenía, cada gesto, cada forma de hablar que tenía yo lo admiraba, a parte de quererlo lo admiraba, él para mí era más que mi novio, más que mi amigo, más que mi pareja, más que con la persona que estaba viviendo, quedaba sorprendido al ver que no me había equivocado al elegirlo, me sentía tan correspondido por él, o sea digo esto porque anteriormente había tenido parejas y nadie había sido como él; al verlo me emocionaba, saber que era mío y formaba parte de mí me emocionaba, estaba muy contento y nunca lo olvido ni nunca lo olvidaré, nunca lo haré a un lado porque fue muy importante para mí en su momento.
Fue difícil adaptarme a ese ambiente, su mamá me decía tú te ves como que tu papá tiene dinero ¿Verdad?, por tenía un anillo de oro y una pulsera que me había regalado mi padre, pues la ropa que usaba no era de las mejores marcas, pero tampoco era mala, vestía bien. La señora me veía y se sorprendía, me decía: ¿Tú que haces aquí?, tu papá tiene dinero. Me adapté a las costumbres de Celaya y lo hice por él, yo me enamoré mucho de él, recuerdo que él se iba a trabajar a McDonalds, me llamaba y me decía: Hola, ¿Cómo estás Amor?, ¿Cómo te sientes?, ¿Qué estás haciendo? Y recuerdo que no tenía nada que hacer, solo cuando él llegaba tenía algo que hacer, estaba contento cuando regresaba de su trabajo; su mamá no me ponía a hacer nada, me quedaba encerrado en su habitación, veía televisión o veía que hacía. Había veces que salía fuera y me sentaba en la puerta de su casa a esperar que él llegara, cuando lo veía llegar sonreía, porque lo necesitaba, él era mi necesidad; el verlo, el tenerlo conmigo, el sentirlo, cuando él me besaba, cuando se acercaba a mí, cuando me tocaba, cuando me hablaba, cuando me decía AMOR, él se tomaba tiempo para abrazarme
Tubo muchos detalles conmigo como: cada vez que se iba por las mañanas se despedía con un beso de mí, cuando tenía tiempo se levantaba, me preparaba el desayuno y me lo llevaba a la cama, pero como toda historia bonita también hay cosas malas; había veces en las que nos enojábamos porque lo celaba con niñas que vivían cerca de su casa que estaban interesadas en él, lo buscaban y eso me enfurecía. Un día fui y les dije a esas muchachas ¿Sabes qué? No te metas con él porque es mi novio, me puse bien loco, me puse todo grosero.
Llegó el cumpleaños de su hermana que cumplía 15 años, Santiago me había avisado que iba a haber ese evento, como me había traído de mi casa ropa formal ya sabía que vestiría para la ocasión; el día de la fiesta fue de presentarme a toda su familia, o sea su familia me conoció toda, toda, ese día Santiago estaba bailando con una muchacha, porque obviamente no íbamos a bailar en público delante de todos los invitados, para empezar ni bailar sabía; lo veía bailar con chicas que vivan cerca de su casa, pero sus amigas me sacaron a bailar, que por cierto alguna me buscaban porque les gustaba y había una en especial que me buscaba a mí, bueno estábamos bailando los dos uno en una esquina y el otro en otra, nos mandábamos besos, me guiñaba el ojo como con ganas de querer bailar conmigo y no poder, de pronto de la un arranque así y me le dice a la chica con la que estaba bailando: me lo prestas tantito, es que quiero que me acompañe a mi casa por algo que se me olvidó, me jala de la mano y me dice: ven, vámonos, me sacó rápido de donde estábamos, que por cierto quedaba a unas cuadras de su casa; cuando llegamos a su casa, en seguida cerró la puerta me empieza a besar como loco, me dijo: es que no quiero verte bailar con nadie más, eres mío, me gustas mucho, te veo y eres todo lo que quiero, como me hubiera gustado que en vez de estar bailando con ella fuera conmigo; los dos así de traje y me besaba con desesperación como de quiero tenerte.
Con él viví muchas cosas, yo jamás me había dejado ver desnudo por alguien y él me vio, era muy penoso, porque nunca había expuesto mi cuerpo con alguien así ni el tampoco; experimenté muchas cosas, pero más allá de todo con él experimenté el AMOR.
Me dedicaba canciones y recuerdo una que decía: te quiero para mí, tan solo para mí, no necesito nada más para vivir.
Con el tiempo su mamá y sus hermanas se empezaron a dar cuenta de las cosas. Su mamá se reclamaba y le decía: tú lo atiendes mucho, es que lo tuyo se ve más raro y empezó un momento en el que dije que todo iba a explotar; a su mamá se le hacía raro que una persona de mí edad estuviera tanto tiempo fuera de su casa sin que sus padres se comunicaran, sin que supieran nada de mí y estaba tan metido con él que no me importó nada, me olvidé de mi familia por los tres meses que duré con Santiago; pero cuando estaba sólo me llegaban esos recuerdos, esa nostalgia, entonces era ahí donde me preguntaba ¿Dónde están mis padres? ¿Qué hago en una casa donde nadie me conoce? ¿Qué hago en un lugar donde ni el piso, ni el techo en que estoy son míos?. Me llegaba ese sentimiento como de remordimiento por haber abandonado a mi familia, pero en ese momento Santiago era todo para mí, con solo estar con él no necesitaba más, ni tenía nada más en que pensar, él era mi mundo, me encerré en ese grado.
En ese tiempo que su familia se empieza a dar cuenta de las cosas llega un amigo de él y le dice: ¿Sabes qué? ¿Te gustaría irte conmigo a EE.UU.? Vamos a trabajar, quiero que me ayudes en mi restaurante, Santiago anteriormente se había ido ilegal a EE.UU. y conocía como se eran las cosas por allá, lo cual lo hizo tomar una decisión. Tomo se fue armando de una manera muy chistosa que hasta de cuento parecía; sus papás en su casa estaban por descubrir todo, llega este amigo que se lo quiere llevar a EE.UU. y le dije que me tenía que regresar a mi casa porque todo se iba a explotar, sus padres me iban a reclamar y no quería tener problemas con ellos, como ya esta situación llevaba varios días ya había hablado a mi casa debiéndoles que regresaría y me enteré que mi mamá había bajado mucho de peso con eso de que no sabía nada de mí, que no daba señales de vida. Cuando llamé a mi casa mi madre me dijo: ya regrésate a la casa, no quiero que estés más tiempo lejos, ¿Dónde estás?, ¿Qué hiciste?,¿Dónde te metiste todo este tiempo?, no quiero estar separada de ti, tu papá ya te va a recibir.
Todo fue muy difícil para mí y Santiago me dice lo que íbamos a hacer, me dijo: regrésate a tu casa y terminas tus estudios, yo me voy para EE.UU. trabajo dos años y al cabo de esos dos años tú terminas la escuela, regreso, nos casamos y hacemos nuestra casa para vivir juntos, ese era nuestro plan; no me imaginaba que esa decisión era para siempre, que después que él se fuera no lo volvería ver más.
Llega el día de volver a mi casa (México D.F.), Santigo tenía unos dólares guardados de le última vez que fue a EE.UU. fuimos y los cambiamos y compramos mi boleto de regreso, ese mismo día que compramos los boletos Santiago me dice: no te vaya, no te vaya, quédate aquí y no me voy a EE.UU. es más quédate aquí y rompo los boletos ahora mismo, le respondí: es que me tengo que ir, es que tus papás se van a dar cuenta y no quiero tener problemas aquí. Ese día fue muy doloroso recoger todas mis cosas de su habitación, ya me había acostumbrado a sus padre y hermanas, sentía que de alguna forma me habían tomado aprecio, fue muy poco tiempo pero él era mi vida, era mi todo, no necesitaba más para estar felíz.
Santiago me llevó a la Terminal por donde algún día había llegado, cuando subí al bus me vulva a insistir que no me fuera, me dijo: quédate por favor, no te vayas; cuando tomé el asiento abrí la cortina y vi a Santiago llorando, empecé a llorar también porque lo estaba dejando, no quería que él se fuera.