🌹6🌹

149 21 40
                                    

"Mío."

Kedamono.

No pude evitar acercarme más a él, queriendo tocar su cabello suavemente, estaba bastante despeinado pero se veía simplemente hermoso. Nuestros ojos no se separaban ni un segundo y los alientos de ambos se mezclaban hasta que mi boca suavemente tocó la de el, sin dejar de tener aquella sensación de terror en mi y mi corazón al punto de salir de mi pecho.

Al sentir este tacto el solo cerro sus ojos con fuerza y aparto su rostro, sus manos quedaron entre nosotros y el aire se sentía pesado. Se veía realmente asustado.

— No entiendo que estoy haciendo. Lo siento. — su voz se empezó a quebrar y sus manos a temblar, mientras intentaba alejarme más de él. — Tengo miedo, Kedamono.

El jamás supo que significaba nada de esto, y me estoy aprovechando. Soy un asco.

Tome sus manos con delicadeza y volví a poner el gorro en su cabeza, dirigi una mirada tierna hacia, solo me miraba con miedo. Deposite un beso en su frente y le di un abrazo, tan fuerte que no olvidará cuanto podría llegar a quererlo y ni yo sabía cuanto lo quería.

— Jamás olvides que haría lo que fuera por ti, Popee. — mientras lo abrazaba sentí un nudo en la garganta y mis ojos ardiendo por la necesidad de llorar. Senti que el aún temblando me devolvió el abrazo aterrado. Sonreí al sentir sus brazos rodearme.  — Popee, yo te quiero decir algo...
El sonido de puertas abriéndose nos hizo separarnos de golpe, el rubio me miró con algo de confusión y yo no podía estar más aterrado en ese momento, no sabíamos quién o que podía ser y tal vez a aquel que estaba al otro lado de la casa no le gusté mucho encontrar a dos extraños aquí adentro de su propio hogar.

Ahora estaba yo justo detrás de Popee esperando que el se encargara de todo, el asustaria a cualquiera así que le pedí que fuera frente a mi, yo es estaba aterrado. Caminábamos lentamente por los pasillos tratando de saber de dónde venían o algo, agudice mis orejas y podía escuchar continuos pasos acercándose a nosotros, de dos o más personas.

— Joder. — susurro Popee mientras sacaba cuchillos de su pequeño bolso, yo solo lo miré asustado y el movio sus ojos dándome a entender que debíamos avanzar.

El apretaba aquellos objetos filosos con fuerza mientras trataba de que su respiración se normalizará, avanzábamos de forma lenta de pared en pared. Escuchamos pequeños susurros y las pisadas estaban más cerca de nosotros, nos hicimos contra una pared esperando el momento más seguro. Pope me dirigió una mirada confusa y yo solo no podía entender.

Aquella persona que estaba ahora buscandonos terminó justo a nuestro lado, a lo que Popee sin pensarlo ni un segundo lo tomó con fuerza y puso uno de sus cuchillos en su cuello, yo solo cerré mis ojos con fuerza esperando lo peor pero solo se hizo un silencio repentino y después de unos segundos el sonido del cuchillo cayendo al piso. No podía creer lo que ahora veía.

— ¿Popee?

Había un chico frente a nosotros, simplemente no podía creerlo. Mi mirada se dirigió a la del rubio y este veía asombrado como aquel sujeto estaba en el suelo tapando su rostro y sollozando, como este estaba tan asustado, pero más que nada porque era exactamente igual a él. Aquel chico destapó lentamente su rostro al ver que no llegaba nada a él y que el silencio depronto se hizo presente.

°INEVITABLE° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora