3 - De los dos.

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Le pregunta de Levi resonó por el eco de la abandonada vivienda. Incluso las arañas en sus rincones se alejaron de sus sitios.

Eren mira al de ojos grises como si fueran diamantes puros pero sin resplandor en las iris.

一 Oh, sí. 一responde el chico, sujetando la mano del contrario mientras caminaba un poco por el lugar, llegando hasta donde se encontraba su guitarra. 一 Tengo algo para ti, escucha.

Levi fue liberado de la mano temblorosa del castaño, por lo que se toma su tiempo para guardar su mano en uno de los bolsillos de su pantalón.

Con aquél instrumento en las manos del menor, coloca sus lastimados dedos en las cuerdas mientras se ajusta con el cuerpo de la guitarra, da una leve mirada al chico que tiene al frente al suyo, para luego mover sus falanges con cuidado, las cuerdas de la guitarra rebotan logrando una suave melodia de tres acordes. Eren se sorprende de sí mismo al haber logrado su objetivo, una gran sonrisa no puede ser ocultada en su rostro pero tal vez la emoción fue mas de lo deseado por lo que su concentración se fue al carajo, fallando en su tocada, creando un terrible sonido en las cuerdas.

Levi se da cuenta que la pequeña situación se ha salido de las manos de Eren cuando el rostro del antes mencionado se ve aterrorizado.
一 Eren, tranquilo.

Aunque la petición fue dada, el cuerpo del ojiverde no respondía, y siguió empujando las cuerdas sin sentido, no fue hasta que de un fuerte empujón de sus torpes dedos terminó en un hueco sonido y dos cuerdas de la guitarra terminaron reventando dejando una pausa.
Esto no estaba en los planes de Eren, la guitarra que una vez fue tan deseada ahora estaba con dos cuerdas rotas, dejándolo en ridículo frente a la persona que le gusta. Una fuerte ola de desesperación apareció por las venas del chico.

一 ¡Ah! ¡Porquería de mierda!

Con la mirada afligida, lanza de la guitarra al suelo, terminando de romper las cuerdas restantes del instrumento. Eso hace crecer mas la irritación de Eren, por lo da una fuerte patada al cuerpo de la guitarra, lanzando de ella lejos de su vista.
Ahora Eren agarra las greñas de su cabello deshaciendo la coltea que sostenía de sus mechones sin saber que hacer o decir.

Lo que hizo estuvo mal, muy mal.

Desde el primer instante, estuvo mal.

Su mente le gritaba que dejara ya de joder, que se fuera de una buena vez.
Sin darse cuenta y queriendo escapar del lugar, los pies de Eren ya habían comenzado a moverse por su cuenta.

Pero una pequeña mano agarró de su brazo, deteniendo su intento de huida. El cuerpo de chico alto se detuvo para mirar al otro hombre de cabellos negros mirándole con tranquilidad.

一 Hey, eso fue muy bueno. Me refiero a tu música. 一la voz gruesa de Levi fue como el viento en tiempos de otoño. 一 Me gustó mucho.

Los grandes ojos con lagunas negras de Eren analizaron las palabras del mayor, por unos minutos hubo un agonizante silencio pero poco después el chico castaño reaccionó.

Las palabras de Levi eran demasiado fuertes, tan rezonantes en su interior, que a pesar de que sabía que era un halago falso, prefirió creer la mentira del hombre, llenando la parte mas diminuta de su corazón con la calidez ofrecida.

一 ¿De verdad te gustó? ¿Crees que soy bueno? 一un suave color rosa se pintó en las mejillas de Eren mientras que su mano izquierda alcanzaba a la de Levi para tocarlo a través de la tela ensangrentada de sus vendajes.

一 De verdad.

La respuesta de Levi fue sin dudar.

Sin poder controlar sus acciones, Eren ya se había lanzado contra Levi para abrazar de su pequeña figura con fuerza, con la intención de tal vez no soltarle nunca. Los brazos de Eren se envolvieron alrededor de Levi un vez mas.
Cómo si fuera alguna cinta vieja, las imágenes de las veces que había logrado abrazar al mayor se repiten en su mente, el calor corporal era mismo de cada una de esas veces. Tener a Levi consigo se sentía tan bien que quisiera no separarse.

一 Yo también tengo algo para ti.

Con lentitud, Levi crea distancia de ambos cuerpos para poder tomar en sus manos la cámara fotográfica que traía colgado en su cintura. Teniéndola ya en sus pequeñas manos, configurando la cámara, deja ver las imágenes capturas a través del lente.

Las fotografías eran banales y sin tener algún significado, por ejemplo árboles comunes, el cielo antes de comenzar la lluvia, la luz de día al amanecer, el pasto con algún insecto o simplemente cosas que llamaran la atención de Levi para ser fotografiados.
El poder capturar momentos con su cámara le era una forma de distraerse, deseando en el fondo de su ser el convertirse en una foto estática sin preocuparse del pasado o futuro.

Le enseña a Eren las fotos que hay dentro de la cámara con la intención de ofrecerle algo al menos como él lo hizo con esa compleja melodia por las cuerdas de su guitarra.

La verde mirada de Eren se posa con atención observando cada imagen que el mayor le enseñaba.
Perdiéndose en los colores opacos de las fotos, eleva la vista para mirar el rostro de Levi, quien le devuelve la mirada, el gris choca con el verde, creando una conexión diminuta al igual que débil, como si fuera creada con hilos de seda.

一 Gracias. 一dice Eren sin apartar su mirada.

一 ¿Por qué agradeces? Es algo sin importancia.

一 Es importante, sé que estas fotos son importantes para ti.

Levi se muerde de su propio labio al reconocer que Eren estaba en lo cierto, realmente la cámara y las fotos son algo que aunque no pareciera y prefería negar, son importantes en su inútil vida.

El silencio se apodera, permitiendo que las respiraciones de ambos individuos se escucharan entre ellos.
Fue un silencio, pero las voces imaginarias peleaban en batalla dentro de las mentes de los jóvenes.

一 ¿Puedo besarte?

La pregunta proviene de la voz del castaño dirigida hacia el chico de cabellos como la noche.

一 Sé que no te gusto pero... ¡Ah! ¡De verdad, de verdad quiero besarte! 一Eren cierra con fuerza de sus ojos soltando las palabras balanceadas al aire, con agonía de ser rechazado. No, fue mala idea preguntar eso, patético, patético, complementame patético. 一 ¡Lo siento! ¡Olvid--

La frase no termina, cuando Eren siente su frente chocar contra algo, o mejor dicho, alguien.

Abre los ojos esmeralda viendo la imagen de las estrellas de Levi, esa cercanía de unos centímetros.

— Puedes hacerlo. 一dice el pelinegro, como respuesta aproximándose a los labios ajenos.

Jisatsu. [ereri] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora