La historia comienza desde que el momento que la vida de alguien se va hasta lo más profundo de un oscuro océano, sin ninguna criatura que dé señales de alcanzar las mareas y nadar contra todos los problemas que se tienen que enfrentar para poder superar el abismo sin fin.Existen personas que logran aquello, que hoy en día sólo recuerdan ese momento como una mala situación del pasado y al pensarlo se ríen de alegría con la compañía de sus seres queridos.
Pero, no todos son tan fuertes, hay personas, humanos en el mundo que siguen luchando y esperando poder volver sus malos momentos en recuerdos, y mientras que eso ocurra, una burbuja de desesperación los envuelve día a día, sin poder romperse y liberarlos para abrir esas alas invisibles y poder volar hasta donde esa persona quisiera.
Las cuerdas de la guitarra resuena por la habitación, llenando con sonidos sin lograr que la tonada que se quería conseguir sea ejecutada correctamente, trató una vez mas, pero falló en su séptimo intento, un suspiro sofocado se escapó de sus labios y nuevamente volvió a tocar de las cuerdas de su guitarra, pero su dedos torpes y nerviosos siguieron sin hacer de su parte fallando por octava vez.
Estaba solo en esa pequeña casa abandona entre los matorrales del bosque a las afueras de la ciudad Osnabrück que había acechando desde hace menos de dos meses, se había asegurado con precisión que sea realmente una lugar sin habitantes, un lugar donde pudiera estar tranquilo, un lugar que nadie fuera capaz de encontrar con facilidad, un lugar en donde pudiera hundirse en su abismo negro, donde las voces de otros no se lograrán escuchar, que solo las voces de su cabeza sean las únicas que lo atormenen sin preocupación de molestar a los demás.
Se acomodó mejor en ese asiento de madera con una pata ropa, equilibrando su propio peso.
Dejó la guitarra que había logrado comprar luego de ahorrar cuatro meses de estar trabajando como repartidor de pizza antes de ser despedido por culpa de uno de sus episodios de su tortura mental.
El dueño de la pizzería le había ya advertido que no quería ningún escándalo vergonzoso al tener un empleado patético con ese problema de "loco"
La verdad es que ese trabajo lo había conseguido solamente para pasar menos tiempo en casa y poder evitar esos estruendos de gritos de bestias peleando por cualquier cosa, sus padres eran esas bestias que jamás notaban su presencia, y menos si algo le ocurría, desde su diagnóstico médico, y la confirmación de que sufría de una ansiedad de un grado aterrador, para la familia Jeager, su hijo de dieciocho años desapareció.
Eren lo sabía, su familia le tenía el menor interés alguno, y sus pocos amigos solamente le decían "todo estará bien" pero ¿Cuándo todo estará bien?
Eren no tenía respuesta a eso.
Mordió de un poco de su pulgar, el cual estaba ya dañado por las repetidas veces que el chico hacía eso cuando trataba de calmarse, dañado y entre sangres, los dedos de sus manos eran un desastre por el tiempo pero no había dolor alguno, y si existía ese dolor era ignorado por completo por la gran cantidad pensamientos y voces que le gritaban a Eren.
Había ocasiones que no podía controlarlo, que le eran tan difícil el poder conllevar todo el peso de su ansiedad, todo lo atormentaba.El despertar era un profundo dolor, el no saber que le esperaba en un nuevo día era la incertidumbre mas agobiante de su vida, el miedo de las voces ajenas y propias apareciendo en sin aviso alguno, era tan cansado y triste el no tener respuesta a sus preguntas, el pensar mil veces las posibles incógnitas de su vida en una sola mañana, le frustraba desde lo más profundo de su ser.
También intentó luchar, demostrar su fuerza de voluntad, tomar la riendas de su destino y salir de esa burbuja de hierro pero al cada que hacía algo sus temores se convertían en inmensas cuestiones que lo juzgaban sin piedad.
¿Por qué haces esto?
¿Lo hiciste bien?
¿No crees que esa persona se está riendo de ti?
¿No crees que es mejor no hacerlo?
Somos un fracaso ¿verdad?El mismo era quien se juzgaba en todo.
Sus labios manchados de sangre, con los dedos destruidos sin darse cuenta de que había acabado con la uña de su dedo meñique.
Eren rápidamente buscó entre la mochila verde que traía consigo, y de ella sacó un rollito de vendaje. Envolvió sus dedos con la tela blanca dejando que ese color se volviera carmesí al tener contacto con su piel.
Con los cabellos largos y castaños amarrados en una cola de caballo, una pequeña barba había crecido en su rostro pero no le quitaba para nada todo su atractivo. Eren era un joven alemán con una belleza majestuosa, ojos verdes como la esperanza pero sin tener luz ni rastro del significado de esa palabra... No tenía esperanza.
Calculó del tiempo que había estado en la casa desde había llegado, lo más probable es que sean tres horas que había transcurrido.
一 ¿Vendrá? 一se preguntó observando desde lejos la puerta de la casa, deseando que la respuesta a su pregunta sea respondida con la acción que deseaba.
Ansoso y nervioso se levantó de su asiento, y se dirigió a la dirección que la entrada de la casa, chocando con pedazos de muebles rotos y maderas esparcidas en su camino.
Abrió de la puerta y justo en ese instante, detrás de ella un joven de cabellos negros se sobresaltó de esa acción al encontrarse con el castaño de manera repentina.
Los ojos manchados de ojeras de Eren, se abrieron por la imagen de ese joven, y una serena calma inavidio su cuerpo. Su pregunta fue respondida.
一 Joder, joder, joder, si viniste. 一habló Eren con rapidez en su voz, y al igual que sus acciones, porque en ese momento abrazó del chico haciendo que todo su cuerpo entrara en la casa se hundira en sus calidez.
La única persona que era capaz de controlar su desesperación y ansiedad era este chico de que conoció hace un ocho meses atrás.
一 Me estaba volviendo loco, gracias, gracias.
Este chico, era alguien que compartía el mismo destino, y dolor de hundirse en su burbuja.
一 ¿Cómo estás hoy, Levi? 一preguntó Eren acariciando con sus dedos heridos y de sangres escapando de las telas de sus vendaje las mejillas pálidas del pelinegro.
Era una simple y correcta pregunta, ¿Cómo está Levi el día de hoy?
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Jisatsu. [ereri]
Hayran Kurgu。La depresión es una enfermedad que enfrentarla es una tortura, la ansiedad es aquella que se mezcla con la desesperación para volver polvo las ideas de luz de una persona. Eren se enamora de la depresión; Levi se enamora de la ansiedad. ¡! ereri >...