Horacio está próximo a cumplir 18 años, eso significa que recibirá su Tiny, la cual es la representación en miniatura de su alma gemela.
Víctor, quien está enamorado de este, tiene 24 Hr. para luchar contra el destino y declararse.
El reloj hace TI...
Me pongo algo de perfume, me pongo mis carísimas Jordans. Entonces recibo tu llamada: ''No creo que pueda salir hoy''
♬ And July - Heize
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17 años recién cumplidos, su familia esperaba pacientes que al fin apagara las velas. Este que llevaba ya tenía un sueño en la vida no tardó concentrarse en este: "Que pueda obtener los créditos suficientes para la escuela de arte y moda" pensó mientras apagaba las velas. Era curioso porque si bien con Gustabo era mellizo por cosas de la vida o destino su hermano había nacido minutos antes de la media noche, y él pasado este, logrando así que el par tuviese sus cumpleaños en días distintos, algo que gustosos explotaban, así cada uno tenía su propia celebración.
Por eso cuando amaneció como era tradición, se reunió la familia de 4 y procedieron a cantarle un feliz cumpleaños, y luego cada quien se iría a lo suyo.
Su hermano y él a la escuela, Julia en su trabajo en el FBI como consultor externa, y Conway al LSPD. Fue quizá por esto cuando salió de casa al conjunto que su padre y hermano no fue sorpresa encontrar a Volkov fuera con su coche, Para ese momento ya no era un cadete, si no un sargento próximo a ser ascendido, en esos tres años que se conocían, a parte de Gustabo, Volkov era su amigo más cercano, se había acostumbrado a su presencia. A veces le había ayudado a estudiar, siendo su tutor en cursos donde él no era tan diestro a vista que su hermano, no tenía paciencia con él. Después de todo sufrir TDAH siempre había marcado su vida, el aprendiz de su padre tenía la forma adecuada de centrar su mente cuando esta comenzaba a divagar, ya se podía decir que aquel hombre tenía la forma especial de hacerle aterrizar a la realidad de una forma tan suave que gustaba siempre preguntarle todo él.
—Feliz cumpleaños Horacio.
Saludó Victor cuando se acercó al cumpleañero, extendió una bolsa de regalo, Horacio emocionado había tomado esta mientras inspeccionaba este, y encontraba un par de libros de tratado de moda, justo la colección que le había comentado hace unos meses que no había logrado comprar. De puro impulso el de cresta se lanzó a envolver el cuerpo del más alto en un abrazo fuerte, este simplemente se había atrevido a acariciar sus cabellos, y luego despedirse. Después de todo Conway ya esperaba en el coche y Gustabo en el que ambos hermanos compartían para ir a estudiar.
— Supongo que esos libros fueron un mejor regalo que la cámara que le regalé, a mi no me abrazó de esa forma.
— Conway, ¿no será usted un padre celoso?
— ¿No querrás hoy entrenar con los nuevos reclutas verdad Volkov?
— No dije nada, por cierto a usted también le traje un café.
Conway miró de reojo a su aprendiz mientras agudizaba la mirada, y tomaba el café, por alguna razón pensó que este estaba emulando las mismas tácticas que usaba su hijo menor para sobornar con algo que le gustaba.
En otra parte de la ciudad, Gustabo estacionaba para luego girarse en el asiento y mirar a su hermano que no dejaba de sonreír mientras abrazaba tres tomos de libros.
— Vamos Lover Boy, deja de sonreír tanto que ya hasta miedo das.
— Cállate Gustabo, deja que disfrute de este momento.
Esos 3 años la curiosidad se había transformado en admiración, y luego ...en, el corazón de Horacio latía con intensidad mientras descendía animado del automóvil, fue entonces cuando lo vió, sucedió justo frente a sus ojos.
Una pareja parecía hablar de forma nerviosa, él los conocía, estaban en un curso más avanzado que él, pero recordaba de verlos salir siempre de la mano, pero esa mañana incluso estaban discutiendo, de alguna forma el chico estaba deseando tomar las manos de ella pero esta simplemente se negaba y comenzaba a llorar. Gustabo simplemente pasó del drama y caminó en dirección de sus amigos. Horacio un poco más interesado tardó en caminar tras su hermano. Fue cuando se percató de una tercera persona que estaba no muy lejos de la pareja, y el de cresta intuyó lo que significaba. Ya que conocía a esa tercera persona, una chica de su curso que al igual que él hoy cumplía años. Cuando se acercó más cerca de la pelea escuchó la frases de reclamo de la pareja que discutía.
— ¿Cómo puedes decir que me amas cuando recibiste hoy tu Tiny, y es ella? Yo solo, necesito tiempo.
— Pero ...
— No nos mintamos, quisimos ignorarlo aún cuando yo recibí el Tiny de otra persona que no eres tu. ¿Realmente me vas a decir que vas a ignorar a tu destinada cuando está tan cerca de ti?
—Lo siento... enserio lo siento.
Por primera vez Horacio comprendió que solo le quedaba un año, no solo para estar en la escuela si no que para conocer su destino. Toda aquella calidez que animaba su día pareció difuminarse con el conocimiento de que incluso cuando su corazón podía sentir algo, podía suceder la situación de la cual era testigo. Tu primer amor no siempre era tu alma gemela. Por un momento él se aferró con más fuerza a los libros que tenía en su brazos, e intentó sonreír cuando sus amigos comenzaron a felicitarlo.
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