Capítulo 6

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Encuentro la paz cuando estoy confundido

Encuentro esperanza cuando estoy decepcionado

No en mí

En ti

Está en ti.

Espero perderme para siempre

Espero encontrarlo en el final

No en mí

En ti

En ti

"En ti" Switchfoot

0o0o0o0

Feliz cumpleaños a mí

Feliz cumpleaños a mí

Feliz cumpleaños, feliz cumpleaños

Feliz cumpleaños a mí...

Hermione permaneció inerte sobre su espalda cantándose silenciosamente esa canción. Era una de las cosas tontas que echaba de menos en los cumpleaños muggles. Tan infantil como sonara, le gustaba que le cantaran esa canción en su cumpleaños. Nadie lo hacía desde que había cumplido diez años, y desde entonces se cantaba a sí misma. Era una de sus tontas tradiciones. Estiró los brazos sobre la cabeza, arqueando su espalda y extendiendo sus piernas de modo que todas las torceduras y dolores fueran desvaneciéndose de su cuerpo. Su pie tropezó con la esquina de algo duro que estaba descansando sobre su cama. Sus presentes ya habían llegado.

Con impaciencia, se sentó y corrió sus cortinas a un lado para poder encender la vela que se encontraba al lado de su cama. Como ya lo sospechaba, el sol acababa de asomarse tentativamente en el horizonte. Hermione siempre se despertaba temprano en su cumpleaños. Mantuvo el edredón envuelto alrededor de ella, y se recorrió hacia delante, hasta el final de su cama para inspeccionar el pequeño montón de paquetes que la esperaban. Después de quitarse el pelo de la cara y arremangarse la pijama, estuvo lista para comenzar.

El primer paquete era de sus padres. Una carta venía junto con la tarjeta, y más que cualquier regalo que viniera en la caja, la carta era el mejor regalo de todos. Alentados por la promesa de una completa explicación de lo que estaba pasando, sus padres derramaron su inmenso alivio, confesando que habían estado preocupados desde hace algún tiempo, pero que ahora estaban felices de que estuviera lista para contarles lo que sucedía. Hermione corría su dedo amorosamente alrededor de las firmas de sus padres. Habían estado preocupados por ella desde hacía demasiado tiempo; ahora merecían un poco de paz mental antes de Navidad, cuando ella les dejase caer un montón de acuciantes problemas. Un gusano de negra ansiedad trató de moverse a través de Hermione, pero ella lo obligó a detenerse. Sus padres, por el momento estaban felices y se merecían toda la felicidad que pudieran conseguir; eso era suficiente por ahora.

Después de rasgar el papel de regalo, Hermione sonrió mientras encontraba un par de aretes de plata en forma de lágrima, con un zafiro brillando en cada extremo. Nunca le había llamado la atención perforarse las orejas, pero disfrutaba de utilizar aretes a presión en ocasiones especiales, para darse un pequeño toque de glamur. No había muchos pares de aretes que simularan ser para orejas perforadas - despreciaba los pendientes que claramente llamaban la atención por ser a presión - los que sus padres le regalaban no eran tan dolorosos para sus orejas, como ella misma lo comprobó; por lo que ahora sabía que eran uno de esos pocos pares especiales. Luego, Hermione buscó bajo el cuello su pijama la cadena de plata que siempre llevaba colgada, y entonces comparó las dos piezas de joyería. Sus padres habían logrado encontrar los pendientes que hacían juego con el medallón que le habían dado el año pasado. Debió haberles tomado bastante encontrar el par perfecto. Con una sonrisa, Hermione desprendió los pendientes y los colocó suavemente en la cajita. Definitivamente tenía que guardarlos para una ocasión muy especial.

Hermione Granger y El Príncipe MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora