Prólogo

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Las cuerdas se encontraban perfectamente atadas por todo su cuerpo, apenas podía moverse y eso le gustaba enormemente. Sus ojos de un color verdosos bastante hermosos para la mayoría se encontraban tapados con una cinta de color rojo, para que así se guiará por sus otros sentidos.

Las grandes manos del pelinegro tocaban con suavidad la piel expuesta de ella, le divertía que con unos cuantos toques ella le deleitase con hermosos suspiros.

Estuvo varios minutos besando su cuello, teniendo cuidado de no dejar ninguna marca que delatase estos encuentros que han tenido durante meses, eso sería un gran problema para ella ....  Y no deseaba darle más por el momento.

Introdujo con cuidado dos de sus dedos en la zona íntima de ella, pudo ver como la de cabellos plateados y negros arqueaba ligeramente la espalda por la nueva sensación que estaba sintiendo.

¿Quién iba a pensar que una monja iba a entregar su cuerpo a un demonio?

Para Sebastian poder corromper el cuerpo y el alma de una mujer devota a Dios, que entregó su vida para servir a aquel ser que siempre le da la espalda a los humanos cuando más lo necesitan... Es totalmente exquisito, podría volverse adicto a todo eso.

—¿Nos volveremos a ver?— Le preguntó con voz suave la mujer una vez que la desató y le quitó la venda de los ojos.

—Eso dependerá exclusivamente de ti, Layna.

Ella sonrió y se acercó un poco más a él para besarlo con suavidad, de forma lenta sin importarle la hora, sin importarle el resto del mundo y las responsabilidades que posee.... Ahora solo deseaba concentrarse en él, aquel demonio que le había llevado al orgasmo dos veces seguidas.


Primer capítulo: ???/???

Dulce pecado [Sebastian Michaelis X Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora