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KYA

Al despertarme me quedé en la cama tendida sin saber exactamente que hacer con mi vida, pues no puedo seguir faltando a clases y me da pavor encontrarme con ellos, no puedo vivir el resto de mi vida con miedo y si me  quedo  aquí jamas podré superarlo.

Recuerdo haber leído alguna vez en un libro una frase, en aquel momento ni entendí pero ahora su sifnificado está más claro que nunca.

" Se como el cienpies sigue hacia delante sin mirara atrás "

No lo pensé dos veces y com velocidad salí disparada de la cama con dirección al baño, tome una rápida ducha, para después correr en dirección al armario y tomar lo primero que vi. Un jea n ajustado negro, con una camisa blanca y unas vans negras.

Con prisa baje las escaleras pues en menos de media hora empezaban las clases, así que con toda la velocidad que me permitían las heridas entre en la cochera y reduciendo la velocidad hasta detenerme frente a aquel vehículo debajo de aquella lona protectora.

La valentía que había adquirido cuando me levanté de la cama estaba disminuyendo mientras yo quedaba de Pie frente a el vehículo. ¡Pero ya no más! ¡ ya no seré más la débil kya ! Ellos me la van a pagar tarde o temprano ml harán los voy a destruir y hacer sus vidas un infierno.

Con la valentía y las ganas de venganza renovadas tome entre mis manos la lona y hale  de ella para dejar ver la Harlye Davidson que pertenecía a mi padre, con un poco de esfuerzo la saque de la cochera a la calle y me subí  a ella encendiendola  y tomando camino al Instituto.

Cuando llegue me lleve algunas miradas que aunque me intimidarón ya no les daría esa satisfacción, con la cabeza en alto baje de la moto y camine hasta la entrada principal que al pasar al lado escuche algunos murmullos

Pensé que se había escapado

La creímos muerta tal vez así nos haría un favor a todos

Esa moto de donde salió, ese modelo es costoso y ella no tiene dinero.

Ese y muchos otros se escucharon pero solamente pase de largo hasta llegar a mi casillero y sacar mis libros para la primera clase el objetivo de hoy es estar en toda ella sin toparme con John o los  demás.

Cuando llegue al salón  el profesor me ve con cara sorprendía y es algo obvio falte casi dos semanas.

- buenos días señorita Jones - dijo el profesor entre serio y feliz

- buenos días profesor Díaz - dijo con seriedad buscando un asiento libre

- ¿ ya notificó el por qué de sus faltas en la dirección?- me cuestiono revisando algunos papeles  en su escritorio

- no - dije sentándome al fondo - lo haré a la hora del almuerzo profesor Díaz

- bien - dijo dándose la vuelta y no hubo más palabras ni por su parte ni por la mía , al cabo de unos minutos el salón comenzó a llenarse algunos de los estudiantes me miraban como si estuvieran viendo a un fantasma y otros ni se percataban de mi presencia, minutos después la clase tomó inicio así como el resto de un tedioso, insignificante y aburrido día.

YA  NO SOY ESA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora