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KYA

Una semana después

Hoy hace una semana que Jhoon y su grupo abusaron de mi, una semana que no salgo de mi casa y una semana que no voy al Instituto, me ha sido imposible conciliar el sueño en estos siete días, cada vez que cierro los ojos a mi mente regresan las imágenes de sus rostro, la sensación de sus manos en mi cuerpo es algo horrible y desagradable, los golpes ya han sanado al igual que las heridas más superficiales, pero las cortadas que me hizo Azazel no a sanado por completo y tendré que ir al hospital para que me quieten  los puntos, en algún momento tengo que retomar mi vida y creo que será más temprano que tarde.

Salgo de la cama, me encaminó al baño pues tengo que tomar una ducha y cambiar los vendajes  de las heridas.

Después de  cambiarme de ropa baje a la cochera y saque el auto de Mamá a la calle, con el mando a distancia la cerré y emprendió camino al hospital que sólo queda a veinte minutos.

Al estar en la vía principal no deje mirar en todas las direcciones posibles teniendo encontrarme con ellos,  y al bajar en el estacionamiento del hospital es igua,  la paranoia me está consumiendo, el miedo de encontrarlos está latente en cada célula de mi cuerpo.

Logre llegar a la sala de urgencias y con paso lento me acerqué a la enfermera tras el escritorio

- buenos días - dije para llamar su atención, cuando la obtuve volví a hablar - necesito ver a un médico

- ¿ tienes cita con alguno en específico?- pregunto con una sonrisa amable pero sus ojos me escrutiñaban adi que gire mi rostro aún lado mientras negada - bueno y ¿por que nesecitas ver a un médico?- pregunto otra vez

- necesito  retirar los puntos de sutura de una herida - dije bajito sin verla a la cara

- oh ya - dijo mientras se levantaba y salía detrás del escritorio - ven sigueme

Sólo asenti y la seguí por unos pasillo  hasta que se detuvo y corrió una cortina.

-espera aquí -me indicó - el doctor vendrá en unos minutos - dio media vuelta cerrando la cortina tras de si

Espere un par de minutos  y tras la cortina apareció un doctor, venía con la cabeza baja anotando algo en los papeles que tenía en su mano

- buenas tardes - dijo el doctor, su voz se me hacia conocida - soy el doctor James - mis ojos se abrieron con sorpresa, era James Hamilton un amigo de Mamá, al verme sus ojos me vieron con algo de confusión  - ¿Kya?- únicamente asenti

- ¿como esta señor James?- pregunté casi en un susurro

- eh estado bien - dijo dejando los papeles sobre la camilla - siento lo de tu madre - dijo con una mirada llena lástima

- si, yo también lo siento - dije girando   vista en cualquier otra dirección

- bueno - dijo algo incómodo - a lo que veníamos, ¿no te molesta si te hago algunas preguntas?- lo mire confusa - son para la historia clínica

- está bien

- bien, ¿ tienes alguna enfermedad?, ¿alguna alergia o eres alérgica a algún medicamento?

- no a ninguna de la tres - conteste, el asintió

- ¿tienes algún implante metálico?- negué - ¿ has sufrido alguna fractura?- nuevamente negué, no sabía con exactitud si tenía algunas fracturas,  aunque el 50% de mi mente está segura de que en algún momento sufrí una -¿ estas bajo algún tipo de tratamiento médico?

- no - dije simplemente

- ¿estas en estado de embarazo ?- su pregunta me hizo tensar causando que el ritmo de mi corazón aumentará  a gran velocidad- ¿ kya? - me llamo James causando un pequeño sobresalto en mi que pude disimular, mientras el me miraba esperando una respuesta

- no, no estoy embarazada - dije rápidamente

- bueno entonces podemos pasar a revisarte - dijo mientras sacaba un par de guantes  de látex, ese día me había puesto una camisa de botones, así que con cuidado y algo incómoda por su mirada comencé a soltar los botones hasta que tuvo buena vista de la herida más grande, sus ojos se abrieron de par en par -¡ por Dios santo ! Kya quien te hizo esto - dijo alarmado, no respondí - Kya - volvió a llamarme con gran preocupación en su voz, mientras que yo luchaba por no hecharme a llorar

-puedes ...puedes sólo quitar los puntos - dije Sin verle a la cara

- Kya ¿que sucedió?- un sollozo inevitable abandono mi boca junto con un mar de lágrimas que lucha por detener, preocupado James tomó mi rostro entre sus manos para secar con sus pulgares mis lágrimas - pequeña puedes contarme lo ocurrido, ya nadie te bajará daño - dijo mientras me envolvía en una abrazo cálido, ese calor era uno que no recibía hacia años y ahí en aquella camilla aferrada al cuerpo del que una vez fue un gran amigo de Mamá me permite sacar el dolor que mi alma guardaba

YA  NO SOY ESA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora