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Capítulo
UNO






Tenía frío. Su cuerpo sentía frío.

Sus dedos se entumecieron gracias a la baja temperatura de la celda en la que se encontraba. Ni siquiera podía recordar cuánto tiempo se llevaba ahí. Días, semanas, meses, incluso años; no lo sabía.

A veces pensaba que estaba a punto de volverse loca, sentía que ya había durado lo suficiente cómo para que no quedara más daño.

Odiaba la sensación de estar sola.

Pero con el tiempo, logró acostumbrarse.

Solamente le quedaban sus propios pensamientos, eran inútiles sí, pero al menos tenía algo.

De todos modos, se cerebro se dañó, ella podía jurar que su cráneo estaba fracturado ya que sus heridas nunca sanaron; la dejaron destrozada tanto física como mentalmente.

Sus ojos vagaron alrededor de la oscura celda. No había mucho que mirar, simplemente mantenía su mente activa al menos. Un pequeño baño en la esquina y un colchón con una sola manta, eso era todo.

Logró acostumbrarse al silencio, a la ausencia de interacción humana. Sólo había polvo por doquier.

Por eso, para mantenerse ocupada, leía el único libro que tenía. Una historia de dos ciudades. Por mucho que se esforzara a sí misma por poder distinguir las diminutas palabras, de todos modos, la oscuridad era mayor; dificultando que pudiera leer.

Por otro lado, sus recuerdos eran confusos.

Con los días, sólo logró recordar una cosa, más bien una persona. Su novio, Scorpius.

Se acordaba de su suave cabello rubio platinado, su sonrisa, su risa. Sin embargo, cuando se presionó a sí misma para intentar recordar algo más; su cabeza le comenzó a arder. Era un dolor punzante, el cual le daba ganas de arrastrarse por el suelo y llorar. Incluso perdió la capacidad llorar; por mucho que quisiera, no podía.

Así de rota estaba.

Un pequeño elfo aparecía para darle comida dos veces al día; el desayuno y la cena.

Al principio, ella se apresuraba en acercarse al frente de la celda, en un intento de iniciar una conversación con alguien, pero debían haber puesto un hechizo silenciador ya que nadie respondía.

No tuvo ninguna respuesta en días.

Siempre trataba de alzar su voz, sólo para ver si había alguien o si realmente estaba completamente sola. A medida que pasaba el tiempo, se dio por vencida. Ya ni llevaba la cuenta de los días. Se despertaba, comía, leía y se dormía mientras volvía a perderse entre sus pensamientos.

Se cansó de intentar de pelear. Se cansó de la vida en general.

¿Qué sentido tenía?

¿Iba a quedar atrapada dentro de esa celda toda su vida?

INEFFABLE | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora