En la panza

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Conversando con el bebe que va a llegar:


 Cuando tù eras solo una almendra creciendo dentro de mi ùtero, ya estaba segura de que serias una nena. Una linda niñita. Entonces aumentaste tu tamaño, la barriga creciò... y yo tambien. Me puse redonda, la nariz se alargò (se desfigurò seria mas adecuado, pero estoy embarazada, y a las embarazadas se les permite todo; yo prefiero "alargò", y no se habla mas de eso), la piel se me llenò de manchas, los pies se me inflaron (lo que me llevò a perder casi todos mis zapatos)... Y la espalda empezò a dolerme como si yo fuera una trabajadora del puerto.

 Pero, a pesar de eso,  la gente no se cansa de decirme què bonita estoy, còmo irradio luz. Què gente genial... sì, porque a partir del sèptimo mes, empecè a verme como un refrigerador con forma de persona y me lamentè en silencio por todos los abdominales perdidos y las calorìas gastadas en el gimnasio.

 Y pensar que un importante misterio serà descifrado con el nacimiento de mi pequeñuela: ¿adònde irà toda esa panza que adquirì? ¿Que aspecto tendrà la piel de esa zona? ¿Quedarà marchitada y arrugada despuès del parto?

 ¿Quieres saber? Nada de eso importa realmente. Ademàs de ver tu carita y tu cuerpito saludables, tengo apenas una curiosidad, casi periodìstica. ¿Còmo es un parto? ¿Es o no igual a un parto de novela? ¿Es verdad que se suda como en un baño sauna? ¿Y que hay que hacer mucha fueeerza? ¿Còmo surgiò esa idea de que nadie cuente un parto en detalle? Siempre es "lindo", "muy emocionante", "el dolor es grande pero vale la pena"... Ninguna mujer cuantifica ese dolor o da pistas sobre èl. "Es un còlico muy fuerte". Todo bien, la frase realmente dice bastante, pero no es todo. ¿Còmo es la hora clave? Al salir la cabeza, los bracitos, todo el resto... ¿cuànto tiempo va a llevar? ¿Què voy a sentir, a pensar? ¿Voy a llorar cuando tù llores? ¿Que sentirè cuando finalmente vea tu rostro? ¿Lograrè proteger sobre mi regazo a alguien tan fràgil? Da un miedo...

 Tù papà ya avisò que no va a participar del parto. Viene diciendo eso desde que descubrimos que te habìamos fabricado. No te pongas triste, los hombres son un poco delicados para ver sangre. Pero papà te ama mucho y vive acariciando mi panza para conversar con su hijita.

 A propòsito de eso, el mundo resolviò acaricirar mi panza, hasta la vecina del 203, aquella desalmada mujer. Ahora la susodicha me ama. Solo porque estoy esperando un bebè. Pero todo bien. Luego del primer descubrì que la panza de una embarazada no tiene dueño, es del pueblo. Es pràcticamente una revista de sale de espera: todo el mundo (realmente todo el mundo, inclusive gente con quien no tengo la menor intimidad) se siente tentado de pasar la mano por ella.

 Bueno, ahora es solo cuestiòn de esperar. Y aprovechar el tiempo que sobra para disfrutar los ùltimos dias de gula a los que tengo derecho. Esa es una parte buena del embarazo. Parece que cada dìa es el dìa de mi cumpleaños: los amigos llaman, visitan, me dan regalos, flores, comiditas...

 Prometo que intentarè administrar con tranquilidad la cuenta regresiva y esa ansiedad que me sube al pecho. Falta solo un poquito màs y, para quien ya esperò tanto, no va a ser dificìl. Estoy segura, Alisson, de que vamos a tener una linda relaciòn, llena de cariño, amistad, comprensiòn y diàlogo. Y juro que harè todo para criarte de la mejor manera posible.

 Pero trata de nacer rapidito, ¿OK?

¡¿En serio, ma?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora