Capitulo 8.

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Ruptura: Día 2  11:30. AM

Seokjin seguía oyendo cada palabra. Escuchaba a Namjoon platicar y platicar sin detenerse. Pero su mente permaneció en otro lugar. Parecía estar recordando dónde había dejado un libro que le ayudaría bastante con la restauración de los elementales en el cuerpo de Jimin. Sin embargo no lograba recordarlos del todo. Namjoon hacía ademanes y lo miraba cada vez que podía. Y Seokjin lo detuvo con una pregunta. Dejando su mente y dejando de ignorar a su aprendis.

-¿A sucedido alguna distorsión en el mundo humano? - pregunto Seokjin, esta vez mostrando un poco de interés sobre la plática de Namjoon- ¿Algo que pareciera anormal?

-Si, se detuvo el tiempo durante un minuto exactamente. - dijo Namjoon recordando y respondiendo a la pregunta que su maestro acababa de hacerle. Seokjin asintió, y se levantó del sofá aterciopelado.

-Debemos de hacerlo lo antes posible. De esa manera podremos evitar un desastre. - Seokjin camino hasta uno de los estantes que guardaba sus libros.

Libros antiguos y poderosos que resguardaba celosamente en un estante con cerradura y llave. La vitrina era perfecta, brillante y con metal esculpido a mano. Una adquisición que lo hacía enorgullecer.  Miro cada tomo, desde el más delgado hasta el más grueso y viejo. Cada uno de ellos había pasado por las manos de los antiguos y la sabiduría de todo el mundo se encontraba escrita dentro de sus páginas. Seokjin miraba con detenimiento y a Namjoon le solto una pregunta a la cabeza mientras observaba a su maestro.

Esto podría empeorar ¿No es así?

—Si, pero no es demasiado tarde para arreglarlo. —dijo Seokjin girandose rápidamente.— Debes de estar atento a cualquier cambio que suceda en el cuerpo de Jimin. Y yo estaré lo antes posible contigo.

Seokjin se movió hasta el escritorio, caminando rápidamente hasta el otro lado de la gran habitación.

— ¿No vendrás ahora conmigo? — pregunto Namjoon sorprendió, siguiéndole con la mirada.

Seokjin negó.

Debo de revisar algunos libros para lograr nuestro objetivo. Además de que  tengo que preparar el hechizo adecuado para canalizar toda su energía. — se detuvo un momento a pensarlo— Llegaré más tarde contigo.

Namjoon asintió y no menciono ni una sola palabra, cuando repentinamente vio a su maestro buscar desesperadamente entre un maletín que estaba en el escritorio.  Sintió algo extraño colarse en su pecho, un sentimiento de preocupación que se le hizo extraño en aquel momento. Sacudió un poco su cuerpo, alejando sus preocupaciones y entonces fue cuando lo notó.

Sobre el escritorio, una figura resaltaba de entre todos los elegantes adornos que lo invadian. Una pieza de madera que inexplicablemente brillaba de un tono rojizo en los ojos. Namjoon camino unos cuantos pasos,  hasta llegar al escritorio y logro verlo con más claridad. Parecía un pequeño tótem con forma de Anubis, cabeza de chacal y cuerpo de humano. Los ojos de esta figura brillaban con gran intensidad. Namjoon la tocó e instantáneamente su brillo desapareció.

¿Qué es ésto? — pregunto Namjoon con la pieza entre las manos.

—¿Qué es qué Namjoon?— Seokjin también pregunto, sin voltear al instante. Siguió buscando en su maletín, con la mirada clavada en el interior.

—"Esto" —

Volvió a decir y Seokjin giro la cabeza para observar de lo que hablaba Namjoon. Entre las manos del moreno logro ver el extraño talismán. La figura tallada a la perfección del señor del Inframundo. Seokjin miro atentamente la figura y después conectó su mirada con la de Namjoon.

Paciente 201 \\ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora