Las siguientes semanas del verano trajeron una nueva pero divertida rutina, que consistía en comenzar la semana los lunes en casa de Liam, tratando de imitar las sombras que el padre de este tenía en el salón del hogar. Después, los martes la madre de Niall les preparaba los chuches más deliciosos y Greg, el hermano mayor del niño rubio les contaba historias de horror que los hacía gritar y abrazarse-especialmente a Harry y Louis -; mientras que los miércoles y jueves que eran los días en que la niñera de Louis, Claire, iba a casa de este porque su madre debía de trabajar, todos iban a jugar por las tardes y a espiar a la adolescente aprendiendo cosas sobre romances y chismes. Los viernes y sábados era el turno de Harry de recibir a sus amigos y ver películas comiendo la tarta de manzana de su abuela en el sofá de la sala mientras tomaba la mano de Louis y los demás se ocupaban del televisor y la comida; para Zayn los domingos eran los más cool's pues los partidos de futbol no faltaban en la televisión y su gusto por el deporte era compartido también por Louis y Niall, haciendo así, que el primer día de la semana lo pasaran en casa del morocho frente al televisor.
- Este es el domingo menos cool de todos - Dijo Zayn con la boca repleta de papitas fritas.
- ¡Pero, chicos! Mañana es nuestro primer día de primaria y ya podremos participar en la feria de ciencias y en el club de lectura ¡No puedo esperar! - grito un Liam muy entusiasmado por todas los nuevos proyectos académicos que el nuevo año les acontecía.
Todos estaban ya acostumbrados al entusiasmo por cosas tan extrañas del pequeño, así que simplemente pasaron el comentario y siguieron en sus asuntos.
Al día siguiente, los cinco niños se dirigían a la escuela primaria en el auto de la madre de Harry.
- Bueno, niños llegamos - Anuncio la mujer mientras aparcaba el auto frente al edificio.
Todos los niños bajaron del auto, incluido Harry que ya tenía las mejillas surcadas con lágrimas.
- ¡Cariño! ¿Qué ocurre? Los chicos también irán a la escuela - Trato de consolar la madre del pequeño arrodillándose hasta quedar a su altura y secar las lágrimas.
Harry no dijo nada y en cambio siguió sollozando mientras posicionaba su mirada en Louis, que también lo observaba preocupado y queriendo ir y darle un besito a su novio para calmarlo, así que busco la mirada de sus amigos para que lo ayudaran a distraer a Anne y así poder acercarse al niño.
Zayn entendió la mirada que Louis les dio, así que tomo el brazo de Niall y le proporciono un pellizco fuerte haciéndolo gritar.
- ¡Auch! ¡Anne! ¡Zayn me pellizco! ¡Me dolió, tonto! - grito el rubio dándole ahora un golpe al otro niño, comenzado una pelea que la mujer tuvo que detener.
- No quiero que te quedes aquí y yo tenga que irme al kínder - Sollozo más aun el ojiverde ahora que Louis había tomado el lugar de su madre frente a él.
- No tienes de que preocuparte, a la hora de salida nos veremos y después de hacer nuestra tarea podemos ir a hacer sombras a la casa de Liam - Consoló Louis a su pequeño novio que seguía haciendo pucheros.
- Pero ¿si vez a alguna niña que te guste? Ya no querrás ser mi novio y la vas a querer a ella y me dejaras.
- ¡No! Claro que eso nunca pasara, Harry. Te lo prometo por el meñique - Dijo Louis levantado su dedo pequeño y enganchándolo al del rizado.
- De acuerdo, entonces adiós y no quiero que tengas otra novia o novio, si no, el dedo se te caerá - Sentencio Harry tomando impulso hacia adelante y besando al ojiazul en los labios rápidamente, justo cuando su madre daba por terminada la pelea entre Niall y Zayn.
