Capítulo 2 Jugando al perro y al gato

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  Me fui corriendo con Theresa e Isabel, mis dos mejores amigas.

  Theresa era alta y delgada, de piel morena, rubia con el pelo ondulado hasta la cadera (hasta la cintura en una coleta alta) y los ojos color cielo. Sin embargo, Isabel era su opuesto. Ella era bajita, delgada, con el pelo negro, liso y corto, unos ojos verde oscuro y de piel blanca. Eran como el Yin y el Yan.

  - ¿Alguna ha visto a Aarón? - preguntó Theresa, que estaba enamorada de él.

- No - respondimos Isabel y yo a la vez. Nos reímos todas.

- No os preocupéis, yo lo busco - me ofrecí.

  Salí corriendo hacia el interior de la casa antes de que pudieran detenerme.

  Me resbalé y acabé chocando contra el chico que había visto antes. Levanté la vista y le miré. Era mucho más alto y guapo de cerca. Tenía el rostro serio y pensé que se había enfadado porque le había tirado el mojito encima. Sin embargo, me sonrió.

 - Ten más cuidado la próxima vez- me dijo - no vaya a ser que se te manche el vestido tan bonito que llevas.

  - Lo... lo siento - conseguí decir.

  Noté como se me quedaba mirando y me fui, esta vez andando. Sentía las mejillas ardiendo.

  En mi búsqueda acabé en la cocina donde encontré a Arturo. Estaba hablando con una chica que, a juzgar por su parecido, deduje que sería la hermana del "chico mojito".

  Esperé a que terminaran de hablar para preguntarle a Arturo si había visto a su hermano. Estaba a punto de irme a buscarle por mi misma cuando de repente, apareció.

 - ¿Cómo que estás aquí sola? - me preguntó más por sorpresa que por curiosidad.

 - ¿Pues que iba a hacer, sino buscarte? Mira que eres idiota - le contesté y se rió.

- ¿Así es como tratas al mejor amigo del mundo? 

- Sí y ahora vamos, que Isabel y Theresa te buscan - le cogí del brazo y le dirigí al lugar donde estaban ellas.

  Como había supuesto, Theresa e Isabel no se habían movido, pero Paul y Jaime se habían unido ya. Paul, el novio de Isabel. Era físicamente igual que ella, pero a diferencia de esta, Paul tenía el pelo castaño y rizado. Jaime, al contrario, era alto y pelirrojo. Sus grandes ojos gris verdoso estaban siempre alegres y brillantes. Siempre brillaban...

Apuesto mi vida por ti [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora