Pequeños Relatos [ObiKaka]

"manos"

Rin no sabe que hacer con ese par de idiotas que tiene como compañeros de equio, mismo par de idiotas que son sus mejores amigos. pero ¿que puede hacer ella? si le encanta verlos discutir y reconciliarse al instante entre lloriqueos de niños pequeños.

"Feria anual" el gran letrero en la entrada del terreno donde cada año ella y sus amigos siempre se divertían como niños pequeños a pesar de pasar los treinta años se dejaba ver en el umbral decorado con bonitas luces de variados colores que se le hacia llamativos por su diversidad.

— deberíamos ir primero al puesto de dulces, quiero dangos — el hombre de kimono azul claro propuso de brazos cruzados mientras también veía las luces coloridas -que le recordó a los dangos por su forma redonda- volteo a ver a los dos restantes.

— ¿deberia preocuparme de que llegues a sufrir un paro por tanta azúcar? — el menor de los tres, quien llevaba un kimono verdoso pálido con decorados grises al rededor de la cintura levanto una ceja pensando en la posibilidad de donde seria una mejor idea enterrar al Uchiha una vez muera por comer tantos dulces.

— no seas malo conmigo Kakashi... — lloriqueo acercándose a ambos. — no es como si comiera tantos dulces, ¿verdad Rin?

— Obito... Ayer te comiste cinco bolsas enteras de 50 mini dulces... — la castaña con una yukata celeste y bordado dorado le miro incrédula no creyendo aun el alcance del azabache.

— pero-

— hay que comer sopa de berenjenas, es mucho mejor

— no, por supuesto que no...

Y así comenzó otra discusión entre la pareja llamando la atención de las personas que pasaban a su lado viendo que estando discutiendo no soltaban sus manos que en algún momento se entrelazaron para estar juntos todo el tiempo.

Rin sonrió sintiéndose mal tercio, aunque los tres se divertían siempre se sintió como la persona que sobraba al lado de esos dos que siempre andaban acaramelados -la han regañado por pensar así, cuando incluso ella sabe que no esta estorbando-. De repente, siente que alguien la jala de la mano haciendola voltear a ver a la persona que menos se esperaba ver en la feria, se perdió en sus pensamientos sin darse cuenta que la pareja habia dejado de discutir y que alguien se les habia acercado. — anko...

— y así te haces llamar ninja, pueden matarte y tu ni te enteras — las mejillas de la de marquitas se tiñeron de rojo por la vergüenza y apretó el agarre de su mano con la pelimorada.

— te extrañe... — la repentina respuesta -que no esperaba de hecho hizo que Anko se sonrojara y gritara a la castaña quien le saco la lengua en broma, sin soltar también su mano. Con la mirada divertida de los dos hombres, mirando la dizque discusión de las mujeres, siendo mas griterío de Anko a Rin que otra cosa.

— parece que este año no seremos los tres

— pero ahora Rin dejara de pensar que no cuadra aquí, así que por mi esta bien — sonrió comenzando a caminar con el también sonriente peliplata a su lado y las otras dos al otro.

Así las dos parejas se adentraron al festival agarrados de las manos, teniendo en mente el divertirse toda la noche y pasarla bien todos.