Pequeños Relatos [ObiKaka]

"maxima felicidad"

— ¿¡eh!? ¿¡Obito por que lloras!? — Kushina se acerco al manojo de lágrimas de 1.82 centímetros de altura, que estaba llorando a mares con una mano cubriendo su único ojos.

— e-es que, estoy feliz — volteo a ver a la mujer que consideraba una madre mientras la sonrisa en sus labios se iba agrandando cada vez mas, no pudiendo contener la felicidad que emanaba todo su ser, no sonreía de esa manera desde su boda con su peliplata y su corazón no dejaba de palpitarle contra su pecho, amenazando con salir en cualquier momento. — seré papá... Kakashi esta embarazado...

— ¿eh? ¿¡en serio!? — la mujer pelirroja chillo de alegría al saberlo y tiro de él para atraerlo en un abrazo. — ¡voy a ser abuela!

— ¡si! ¡y yo padre!

Todavía abrazados comenzaron a llorar y pegar pequeños saltitos mientras gritaban siendo vistos con ternura por la gente que pasaba y se les quedaban viendo, transmitiendoles la felicidad que brotaba de ellos.

...

Dos meses despues de que casi le cuenta a todo el mundo shinobi de que seria padre -y que Kakashi tuviera 5 meses de embarazo- estaba recibiendo el enojo de su esposo quien lo asesinaba con la mirada cada 5 segundos señalándolo y culpándole de algo que no sabia.

— te odio.. Por tu culpa estoy gordo

— p-pero

— seguramente ya no me vez como antes — y antes que pudiera decir otra cosa, el peliplata se puso a llorar desconsoladamente abrazandose a él pidiéndole disculpas por lo mal que lo trato y que lo amaba. Rin le comento que los cambios de humor eran normales en el embarazo, pero no se esperaba que fueran asi.

— v-vamos, no te pongas así, tu siempre te ves hermoso

— ¿d-de verdad?

— si — le sonrió, depositandole un beso en la frente.

— tengo hambre

Y quedo solo en la sala de su hogar con un feliz peliplata llendo a la cocina. Si, definitivamente no se acostumbraba a los cambios todavía.

...

— ¡felicidades! tendrán un niño — la castaña les sonrió, ella también estaba feliz de ser tía, casi se sube al escritorio gritando cuando los resultados en los exámenes de sangre de Kakashi dieron positivo. Recuerda que el peliplata llego a donde ella diciendole que desde hace semanas se había estado sintiendo enfermo y no sabia que era, así que ella como buena alumna de la sannin de las babosas le dio un golpe a la pared haciendo un agujero en esta con un nervioso Kakashi que la miraba esperando a que le digera el resultado al día siguiente.

— un niño... — la mirada suave y llena de amor que Kakashi dirigió a su vientre, acariciándolo con delicadeza como si fuera lo mas frágil del mundo, hizo que el corazón de Obito se oprimiera y revoloteara de amor puro, tendría un bebé con el hombre que amaba y eso era suficiente para que estuviera en paz, la sonrisa de su peliplata era todo lo que necesitaba.

Tomó su mano, agradeciéndole a Rin por todo y se marcharon a su casa, en todo el camino no dejo de sonreír y acariciar el vientre del hombre menor, le encantaba cuando el bebé respondia a su voz con cada patadita que daba a su mano.

Su familia era su mundo entero.

...

— ¿Kakashi? ¿que haces despierto a esta hora? — se acababa de despertar y lo primero que vio fue el rostro cansado y con grandes ojeras de su esposo que se sobaba el vientre despacio.

— el bebé no deja de patearme y tengo un asco del demonio — con una mueca de dolor al recibir otra patada, se acomodo las dos almohadas abajo de su cabeza, llevaba dias sin poder dormir bien con las nauseas que no se iban, le dolía la espalda y sus pies estaban hinchados, no podria estar peor.

Obito se acerco al abultado vientre acariciándolo con amor, depositando un beso en el antes de hablarle a su bebé. — campeon.. No seas malo y deja de patear a mamá, él necesita dormir... — siguió hablando y acariciando con la atenta mirada de Kakashi que sonreía con dulzura y ternura, cerrando poco a poco los ojos al no recibir mas patadas.

En la madrugada del siguiente día, volvía el peliplata a estar despierto sin poder dormir, pero esta vez no era por que lo estuvieran pateando. — Obito — llamo al dormido azabache que no se movia de donde estaba. — ¡Obito! — le medio grito bajando la voz, enfadándose al ver que no recibia respuesta, sacudiendolo de su hombro derecho lo volvió a llamar sin resultados, así que decidió tirarlo de la cama al verlo como tronco.

— ¿eh? ¿que paso? ¿le paso algo al bebé o a ti? — el medio adormilado, medio espantado hombre se levanto del suelo mirando al otro que también lo veía negando.

— tu hijo tiene hambre, has algo

— enseguida..

...

— ¡AAHG!

— eso es, sigue pujando Kakashi, un poco mas — Rin animaba al pálido y sudoroso peliplata que apretaba la mano de su esposo.

— ¡AHNG! n-no, y-ya no puedo... — con los ojos vidrioso y el cabello pegado a la frente, negaba sin soltar la mano del azabache a su lado, el dolor era insoportable — ¡AHH!

— Vamos Kakashi, tu puedes, no me iré de aquí, que se puedes hacerlo cariño — el Uchiha miro al hombre menor que jadeaba.

— te juro que si me haces pasar por esto de nuevo, te castro Obito..

— s-si

Kakashi volvio a apretar con mas fuerza que antes su mano mientras pujaba mas fuerte, oyendose el llanto de un bebé que lleno la habitación, Obito miraba espectante como Rin trajo al pequeño envuelto en una manta y se lo entrego a su esposo quien gustoso lo acuno en sus brazos, sonriendo con tanto amor y dulzura que jamas haya visto, activo el sharingan para grabar ese momento en su memoria para siempre.

— mira Obito — el Hatake lo volteo a ver y le sonrió encantado — nuestro bebé... — y él le acaricio la mejilla con cariño.

— gracias, Kakashi...¿puedo cargarlo? — el otro le extendió los brazos para que pudiera cargar al pequeño envuelto y con cuidado él lo tomo entre los suyos, nervioso de que pudiera soltarlo, pero feliz de saber que era padre al fin. Le destapo la carita con cuidado y cuando lo vio tembló ahogando un grito, la piel verde lechosa y el cabello blanco del niño no fue lo que hizo que casi lo suelta y grite, fueron las marcas alrededor de su cuerpo, las recordaba, pero no sabia de donde, solo podia mirar al niño con horror al no saber que estaba pasando, derrepente se dio cuenta de lo silencioso del lugar. — ¿k-ka... — al voltear donde el peliplata se encontró con los ojos desiguales de morado y rojo que lo veían fijamente sin expresar nada, todos y cada uno de los que estaban ahí  estaban igual, pero solo Kakashi hablo.

— despierta

Abrió los ojos de repente sintiendose mareado unos segundos antes de voltear a ver a las figuras frente a él, era su equipo.

— eso le pasa por idiota..

— Vamos Kakashi, no seas tan duro — Minato sonrio nervioso y el nombrado se cruzo de brazos.

— por fin despiertas, dormiste casi todo el día después de que cayeras del árbol — Rin lo miro preocupada comenzando a revisar la parte trasera de su cabeza y ayudarlo a ponerse de pie.

— yo... No se que paso. Estaba soñando con algo pero no recuerdo lo que era — le dolia la cabeza, y con lo que podia ver al asomarse por la ventana de la casa de su sensei, ya era de noche, podía ver la luna roja con el patrón de tomoes en ella, como siempre ha sido y justo como en su sueño la recordaba.

Porque, al alcanzar la máxima felicidad, el bucle del sueño infinito se repite...