bonita; hange zoe

Capítulo 1.

Cansada, al borde del colapso me encontraba. Intenté levantarme del suelo con las pocas fuerzas que tenía, pero nada funcionaba; mi cuerpo parecía no querer ser de ayuda y por un momento llegue a pensar que estaba mas muerta que viva, pero fueron las risas de Sasha y Connie quienes hicieron que volviera a la realidad.

¡Malditos sean!.

Sabía que unirme a la legión era una decisión bastante difícil de tomar. Desde esa vez que con Eren vimos que solo un cuarto de los soldados habían vuelto con vida lo sabía, ir mas allá  de estar murallas tenía graves consecuencias.

Y si la mayoría de ellos habían muerto teniendo ya varios años de experiencia ¿Qué me hacía creer a mi que en la siguiente expedición regresaría con vida?.

Era consiente de que no soy buena, en realidad, todos lo eran. Me falta mucho por aprender y vivir como cadete todavía, pero por mas de que se tratase de ser una persona perseverante, tener de comandante a Erwin complicaba las cosas, mas aún si eran seguidas por las órdenes del Capitán Levi.

—¿Te encuentras bien? —Se arrodillo preocupado mientras con cuidado sujetaba mi mano.

Ahí estaba él, la razón por la que seguía intentadolo una y otra vez: Eren Jaeger.

—No te preocupes, solo estoy algo agotada.

Le di una pequeña sonrisa para que su preocupación se desvanezca.

Él me devolvió la sonrisa.

Que lindo, no pude evitar pensar.

—Bien. Termino el entrenamiento —Anunció un superior, haciendo que el lugar se vaciara con rapidez quedando a la vista únicamente el y yo.

—Vámonos.

Me tomó en sus brazos, y como si de un bebé se tratase, me cargó.

—¡Eren, bajáme! —Reclamé mientras golpeaba su pecho—. Ya no soy una niña.

Admitía que mi cuerpo estaba débil, mantenerme de pie luego de un entrenamiento tan intenso se veía muy fuera de mi alcance, pero si había algo que me torturaba mas, eran las miradas de mis compañeros.

Por lo poco que sabía, aquí lo único que la gente destacaba era mi amistad con Eren, y si bien nuestra unión confundía a mas de uno con que eramos algo mas no nos importaba. No me agradaba para nada, quería que mientras este en este mundo la gente me reconociera por quien era, por lo que hice, por mi historia y nada mas.

Tanto mi dedicación como mi esfuerzo no tenían que ser en vano, tenía que lograr obtener un título que no fuera "T/n, la amiga de la infancia de Eren". Hasta el incluso lo sabía, pero seguía sin entenderme.

En medio del camino, algunos de nuestros compañeros reían al ver como Jaeger ignoraba como si nada mis múltiples golpes y suplicas.

Jamás cambiará.

—Ha sido un largo día. Debes descansar —Se despidió, beso mi mejilla y se marcho.

Allí iba el futuro de la humanidad.

Una vez en mi cama cerré los ojos.

¿Algún día seré de utilidad?.

Hasta el momento todos habían logrado demostrar el porque están aquí, todos, menos yo, lo que me hacía pensar que hasta incluso sería mas de ayuda en los experimentos de Hange Zoe. No la conocía del todo, pero estaba segura de que con su simpatía mis días terminarían con una bonita sonrisa.

Hablando de ella, con regularidad cruzabamos una que otra palabra, sin embargo con todo lo que los chicos me habían comentado anteriormente sobre ella me habían logrado convencer de que era una persona realmente increíble.