Él era una espada.
Yo era una vaina,
manteniéndome vacía,
podía contener en mí cualquier arma.
Creí que él quería que fuera su vaina,
la funda que lo protegiera y contuviera.
Me hizo sentir que no estaba vacía,
y así fue,
al irse dejó algo en mí,
y las armas contenidas en mi ser,
salieron desgarrándome.
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AEDION ©
Short StoryAEDION. ∅ No idea ∅ Atrévase a leer un libro del que no sabe nada. Atrévase a leer un libro del que no tiene ni idea. Atrévase a lo desconocido. Las respuestas que ansía, luego serán reveladas.