Tu mirada [COUNTRYHUMANS]

XVI

10 de Agosto XXXX

Y las cartas seguían llegando pero ninguna respuesta había preparado, no sabía que hacer, no sabía que responder, muchas veces la idea de que esto solo sea una broma de mal gusto lo desanimaban a querer responder le aquel desconocido.

Muchas de sus palabras le hacían recordar esos días en que las cosas no podían agobiarlo, en que su más grande amigo compartía sus alegrías y enojos, en donde podía volar sin que ninguna otra cadena lo tuviera prisionero, en que podía visitar a sus hermanos, en que que nadie lo estuviera acosando, en que todo estaba bien...

– ¿¡COMO ES QUE TE ATREVISTE HACER ESO!?, ¿¡ SABES LA CANTIDAD DE GENTE QUE ESTA MURIENDO PORQUE TU APOYASTE A ESE GENOCIDA!?, ¡Y COMO SI NO FUERA POCO ESE IDIOTA HIZO EXPLOTAR MIS BUQUES! – Gritaba un colérico mexicano que azotaba la mesa, sus alas habían desplegado y sus uñas se volvieron más largas y filosas

La sala estaba cubierta de un silencio sepulcral, el soviético no se atrevía pronunciar palabra alguna. Realmente estaba sorprendido al ver esa expresión y faceta del mexicano, se preguntaba si así también se veía cuando el enojo y la rabia le hacían perder la razón.

– Realmente estoy molesto contigo pero entrare a la guerra– hablo conteniendo su enojo

– Pero no est- –

– ¡No te estoy pidiendo permiso cabrón!, ¡Solo me utilizaras de apoyo, no creas que mandare a toda mi gente a morir de manera cruel!– exclamo

Realmente el de sangre Azteca estaba que el enojo le haría perder la razón..

– ¡Señor!, ¡Hemos recibido un comunicado del pelotón que se dirige a la ciudad de cating! ... 43 mil personas han sido encontradas en fosas comunes cerca del lugar, el oficial ha confirmado que nuestro ejercito ha matado esa gente por ordenes de el señor Stalin – comunicaba uno de los de los cabos de aquel ser que solo respondió con un gesto de retirada

El silencio nuevamente reino en la habitación, una respiración agitada empezó a escucharse, la mirada del eslavo se dirigió al tricolor. Una ligera preocupación se reflejaba en sus ojos al ver que su amigo derramaba lagrimas de sangre, sus uñas nuevamente se alargaron y sus iris eran alargadas, un gruñido salio desde lo profundo de su garganta.

Escuchar eso fue lo que colmo la paciencia y la cordura del mexicano que estaba a nada de atacar lo primero que se moviera o acercara a él. Sus alas nuevamente desplegaron pero esta vez con más fuerza y un fuerte rugido sonó por todo el palacio en el que estaban ubicados, todos escucharon aquel llamado que no dudaron en correr a la habitación en la que se encontraba su segundo líder.

Los gritos y pisadas resonaban por los pasillos, el llanto del emblema de águila se escuchaba a los cuatro vientos, el ruso, por otro lado estaba pensando en como calmar a su compañero sin salir lastimado en el intento, era la primera vez que veía su irá, parecía a uno de sus dioses que tanto venera.