- Si El Amor Es Mutuo, Es Posible -

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Era un día bastante tranquilo en aquel pequeño pueblo perdido en algun lugar del mundo, el sol resplandecía y las aves tenían un hermoso trinar que animaba a quien las escuchara cantar. En el centro de aquel perdido pueblo una pequeña panadería comenzaba su trabajo diario, se rumoreaba que el chico que trabajaba ahí era de los más hermosos del pueblo y todas las jóvenes buscaban captar su atención con gran desespero, pues, su sonrisa era capaz de alegrar un día como rayo de sol entrando en la ventana después de una tormenta , su cabello rojo como el fuego y unos toques de naranja hacían parecer que aquel joven tenía un resplandeciente atardecer en sus largos cabellos y su mirar... Aquella mirada de color miel con algunas pecas en su fino rostro, el cual si te ponías a analizar tenía la pureza de un niño.

"Es un ángel" pensaban las pueblerinas del lugar, "Es un hipócrita" pensaban los hombres envidiado su belleza, lo cierto era que aquel joven no estaba interesado en nadie y realmente no estaba en busca de un enamorado , simplemente era alguien de buen corazón, que si un dia bajo el llanto del cielo te lo topabas sin cuidado te prestaba su paraguas regalandote una cálida sonrisa, o si llevabas compras muy pesadas sin pensarlo 2 veces te extendía una mano en señal de ayuda, aquel joven capaz de robar el corazón de muchas personas llevaba por nombre "Canadá" hijo de una gran familia rica, este al no querer ser sucesor de su padre decidió tomar el poco dinero que tenía y empezar una vida siendo un panadero, vendiendo dulcemente su trabajo con una sonrisa siempre que adquieran algo de su establecimiento.

Su madre venía a visitarle cada cierto tiempo al igual que su hermano mayor americano.
Un dia como cualquier otro el canadiense se encontraba en su cama, el sol que se colaba por su ventana le despertó, los rayos del sol resaltaron sus hermosas pecas y con pereza abrió los ojos acostumbrándose a la luz que los rayos solares enmanaba y salió de la cama, abrió la ventana sintiendo la brisa del amanecer, una gran sonrisa se alojó en su rostro.

-¡BUENOS DÍAS!- grito con suma alegría y entusiasmo, pues el día apenas empezaba y pintaba maravilloso.

Se puso de forma veloz aquellas prendas de trabajo y bajó a atender su panadería, comenzó a hacer diferentes tipos de panes, desde baguettes hasta hogazas de pan, cuando todos estuvieron listos dieron las 4 de la tarde.

-Aquí tiene su cambio, nos vemos después Señorita España- hablo con calidez regalandole una tierna sonrisa a la consumidora del pan.

Se despidió de aquella joven mujer y continuó con su trabajo, sacó una charola de aquel horno y justo cuando dio la vuelta noto a su madre y hermano en la entrada.

-Madre...¡Cuánto tiempo sin verte! Luces tan espectacular como siempre-

Dejo la charola en el mostrador mientras le pronunciaba algunos halagos a su progenitora, sintiendo como esta le daba caricias en la cabeza y apretaba un poco sus mejillas, ese momento tan fraternal fue interrumpido por un carraspeo.

-¿No hug for your favorite brother?-
[¿No hay abrazo para tu hermano favorito?] - Preguntó el de cincuenta estrellas notando cómo su hermano corría y se abalanzaba para abrazarlo mientras buscaba a alguien.

-¿Acaso Australia vino? Digo dijiste que debía darle un abrazo a mi hermano favorito- Soltó una carcajada al notar la expresión de su hermano.

-Es broma USA, sabes que tu eres mi hermano favorito- El canadiense le dio una palmadita en la cabeza a su hermano.

Se acercó a su madre con cierta angustia, sabía que cuando ellos dos hacían visitas era para informarle algo que su padre no se atrevía a decirle en la cara.

-Cada que vienes no son buenas noticias... ¿Qué necesitan? -

Preguntó poniendo un cartel con el logotipo de "Cerrado" en su tienda, tomó asiento en una de las mesas e invitó a su madre y hermano a hacer lo mismo.

🇩🇪"Si no es en esta, sera en la siguente" 🇨🇦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora